Si repasamos las figuras del fútbol asturiano tendríamos que hablar de Julio Alberto (Oviedo - 1958), lateral zurdo criado en Candás, donde hizo sus pinitos futbolísticos, aunque su primer equipo federado fue el Juvenil B del Atlético de Madrid, con el que llegó a jugar en el primer equipo, pasando un año entremedias en el Recreativo de Huelva. Con 23 años fichó por el Fútbol Club Barcelona, donde jugó la friolera de nueve temporadas, en las que fue titular indiscutible hasta la recta final de su carrera, en la que consiguió ganar numerosos títulos. También fue internacional y participó en la Eurocopa de Francia de 1984 y en el Mundial de México 1986.

Colgó las botas a los 32 años en el Barcelona (1991) y en 2005 sacó el título de entrenador con figuras como Pep Guardiola, Luis Enrique, Julio Salinas, Sergi, Nadal, Alkorta, Martín Vázquez, Cuéllar... "Cuando acabamos el curso todos querían entrenar al juvenil o al filial, para llegar pronto al primer equipo. Vi tanta gente llamando a la puerta para entrenar que opté por hacer un máster de gestión deportiva que me regaló Johan Cruyff. Después empecé como director de las escuelas internacionales y a posicionar la marca del club en diferentes países". Ocupó durante casi siete años el cargo de director de las escuelas internacionales del F.C. Barcelona y también estuvo coordinador de la Fundación, "lo dejé hace cuatro años, tenía ganas de volver a Asturias porque llevaba  quince años viajando sin parar, me pasé muchos años yendo a China, Corea, Japón, Centroamérica... y quería estar cerca de mi familia".

Poco después de desligarse del club culé se instaló en Asturias. Se crió en un pueblo marinero como Candás, pero optó por irse a la montaña "que es lo que verdaderamente me gusta". Vive en una casa que "llevaba alquilando durante algo más de una década, venía para escribir libros, preparar conferencias... es un sitio privilegiado. Vivo aquí con una de mis tres hijas y con tres pastores alemanes".

Hace vida en la montaña, en la parroquia de Villamayor

Desde hace algo más de tres años reside en la parroquia piloñesa de Villamayor, donde entabló relación con Andrés Rojo -alcalde de la parroquia- y Juan Ramón Echevarría, presidente de la Deportiva Piloñesa, "me propusieron echar una mano y me encanta la idea de poder colaborar y ayudar a los entrenadores, a los jugadores...", apuntó Julio Alberto.

Los contactos han quedado limitados por las restricciones, aunque poco a poco va conociendo a la gente de su nuevo club, donde desempeñará el cargo de director deportivo. Compaginará esta función con su vida profesional, "tengo una empresa de fútbol que hace proyectos de formación, para clubes de fútbol base, asesoramiento... pongo mi experiencia al servicio de los clubes".

Ilusionado por compartir momentos con "la cara más pura del fútbol"

Será su primera etapa en un club no profesional, pero se muestra muy ilusionado, "si me plantean un proyecto y no me gusta, no lo hago. Necesito enamorarme de las cosas". Cree que con su llegada a la Deportiva Piloñesa rememorará el fútbol de antes, "el presidente, el entrenador, los jugadores, yo... todos tenemos nuestro trabajo. No es un tema de dinero, pero me parece muy bonito compartir fútbol con la cara más pura del fútbol".

Tiene claro que su labor será compartir su experiencia en el mundo del fútbol, como exfutbolista, como técnico y todo lo adquirido relacionado con la metodología del F.C. Barcelona. Aunque para ello tendrá que esperar, ya que la Deportiva Piloñesa tiene parada su actividad debido a la situación epidemiológica.