Los lavianeses superaron al Colunga por la mínima,
merced a un penalti convertido por Barbón en la primera
mitad. La nieve condicionó el encuentro y el campo
estaba muy blando.
1.- Real Titánico: Roberto Pérez; Leyder
Trujillo, Isaac Martínez, Milu, Hugo Sánchez; Pablo
Fernández (Garri m. 72), Barbón, Manu Casariego; Mario
Silva (Pibe m. 71), Prida y Jairo Huerta (Jairo Santos
m. 60).
0.- C.D. Colunga: Nacho Rubiera; Gelu Rivera (Adri
Menéndez m. 71), Aldo Fabián, David Alejandro, Dani
Corgo, Julen Escudero (Raúl Carballo m. 62); Marcos
Blanco, René Montoto (Nico Esono m. 71); Moreno, Zucu y
Josín Remuñán.
Árbitro: Fernández García, asistido por Martino
Quintela y Cruz Fernández. Delegación de Oviedo.
Amonestó al local Roberto y a los visitantes Josín y
Moreno. Expulsó al local Prida con doble amonestación en
el minuto 59.
Goles: 1-0 m. 21 Barbón (p.).
Incidencias: Las Tolvas. Terreno de juego nevado,
con el avance del partido la nieve se fue tornando en
barro. Mañana muy fría. Cerca de 100 espectadores.
Importante triunfo del Real Titánico en las Tolvas
frente a un Colunga que buscó el empate hasta el
final, pero que se topó en todas las fases del
encuentro con una defensa férrea, solvente y muy
ordenada. Pintaba a suspensión del partido en
Laviana, con el terreno de juego invadido por la
nieve y una mañana fría y lluviosa que no auguraba
la mejoría del césped. Sin embargo se optó por jugar
y ambos contendientes se adaptaron como pudieron al
campo. Así pues, se vaticinaba poco fútbol pues
prácticamente era un milagro que los futbolistas se
tuvieran en pie. En un partido en el que había que
bregar e intentar no cometer errores, fue el
conjunto rojiblanco quien se llevó el gato al agua
y, como era de esperar, la resolución fue fruto del
balón parado.
Ante la imposibilidad de dar dos pases con acierto
en el municipal lavianés, el partido se tradujo en
la intención de ambos en jugar largo y no dar ningún
balón por perdido, pues la pelota se frenaba,
cambiaba de dirección o resbalaba sorpresivamente.
Si a esto unimos las dificultades de los futbolistas
para desplazarse con solidez, sin perder la
verticalidad al hacer un cambio de ritmo o de
dirección, era evidente que quien supiera asimilar
la situación saldría vencedor.
Lo cierto es que ambos conjuntos plantearon un
partido de mucha pelea, intención y jugaron de forma
muy noble, sin entradas duras y con mucho coraje,
pero en el que casi no hubo ocasiones. La primera la
tuvo Prida, que partió por primera vez esta
temporada en el once inicial. Fue en un remate de
cabeza desviado tras centro de Hugo, que llegó con
acierto a banda tras un balón profundo del meta
Roberto. Nuevamente el lateral llegó
por banda a poner otra buena pelota, que en esta
ocasión envió Barbón a las manos de Nacho tras cazar
el rebote. Se acercaba el Real Titánico y fruto de
la presión llegó la pena máxima. Un balón largo a la
espalda de los centrales lo siguió Prida con fe y
Nacho, en su salida, se llevó por delante al
delantero local y a su compañero defensor. El
colegiado ipso facto señaló el punto de penalti.
Barbón fue el encargado de materializar con un
lanzamiento de interior a la derecha del portero,
que se fue decidido hacia el otro palo buscando
anticipar el lanzamiento quizás más previsible para
un zurdo.
Tras el gol local se estiró tímidamente el Colunga
con un tiro blando de Monti, que había driblado bien
y tenía posición de disparo como para haber creado
más peligro. Respondió Mario para el conjunto de
Adrián González con un par de regates de gran
calidad y mucho mérito teniendo en cuenta el terreno
de juego y que finalizó con un potente disparo de
empeine interior que se fue fuera por poco. Antes
del descanso los visitantes reclamaron tímidamente
penalti sobre su capitán, Remuñán, que fue
amonestado tras considerar el colegiado que estaba
fingiendo en la caída.
La segunda mitad comenzó con la misma tónica, pero
quizás con los visitantes arriesgando más y un poco
más adelantados. Sin embargo no fue hasta el minuto
quince de la reanudación cuando el Colunga tuvo la
más clara a su favor de todo el encuentro, tras
rechazar Roberto con acierto un buen balón servido
desde la derecha y rematado a bocajarro de cabeza.
En la siguiente jugada se le complicaría más el
partido al Real Titánico pues sería expulsado por
doble amarilla el nueve local Prida, al entender el
colegiado que había fingido una caída dentro del
área del Colunga. Desde ese momento el Titánico
juntó líneas, refrescó el equipo con los cambios
introduciendo a Jairo Santos, Pibe y Garri y siguió
soberbio en defensa, sin renunciar al ataque pero
con concentración máxima para mantener el resultado
y, como el campo no favorecía el juego combinativo y
el glorioso estaba cómodo pertrechado atrás, tampoco
se notó en exceso la superioridad numérica rival.
Incluso Barbón tuvo la última para el conjunto
rojiblanco en el descuento, con Nacho descolocado
fuera de su marco, pero con las fuerzas ya muy
justas, el centrocampista local no acertó con la
portería.
En definitiva, tres puntos de oro para el Real
Titánico fruto de mucho orden, trabajo, esfuerzo y
sacrificio, que le permiten seguir invicto en el
municipal de Las Tolvas y avanzar hacia la zona
media de la clasificación.
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