Los carbayones controlaron el partido pero acabaron sufriendo y vencieron por la mínima al Coria. El partido estuvo cargado de errores en las dos áreas. Mujica marcó un doblete y fue el más destacado junto a Viti.

El Oviedo rompió con la maldición de la Copa y volvió a ganar un partido cinco años después de que venciese (2-1) al Real Valladolid en el Carlos Tartiere, en la temporada 2015/16, en la que cayó eliminado en la tercera ronda por el Mirandés (2-3). Los azules fueron superiores a un rival que compite dos categorías por debajo, pero que plantó cara a base de esfuerzo e ilusión, a un Oviedo que salió con los menos habituales. El encuentro estuvo tuvo muchos errores en las áreas y estuvo más controlado por el Oviedo, que tuvo alguna ocasión para haber sentenciado primero, ante un Coria muy efectivo en ataque.

Ziganda formó de inicio únicamente con tres titulares habituales como Edgar, Christian y Mossa. El resto del equipo lo integraron jugadores que tienen pocos minutos incluso algunos a los que apenas ha podido conocer el oviedismo como Aburjania y Rafa Mujica.

El Oviedo salió dominador, controlando el partido y combinando en campo contrario, ante un Coria que aguantaba replegado y se mostraba muy intenso. Mujica dio el primer aviso, tras un centro de Cedric Teguia, pero de lo que pudo ser el gol visitante se pasó al 1-0, en una contra por la derecha de Chema que culminó Iván en el segundo palo, rematando a placer.

El gol no cambió el guion del partido, el Oviedo continuó dominando y Mujica dio otro aviso en el 35' que Álex Galán despejó a córner, igual que hizo cuatro minutos después tras un remate desde la frontal. Los carbayones empujaban en busca del gol y consiguieron voltear el marcador antes del descanso. El empate llegó en el 40', tras una buena combinación por la derecha que finalizó Viti -que intercambió posición con Riki durante el partido-, con un remate raso desde la frontal, tras un taconazo de Riki en el área y el pase final de Aburjania. Sin tiempo para que el Coria pudiera digerirlo, Mujica hizo gala de su técnica como rematador para cabecear a la red un buen centro de Riki desde la derecha y anotar el 1-2.

La segunda mitad empezó sin cambios, aunque el Coria ya tuvo que realizar el primero en el añadido de la primera mitad, por la lesión del goleador Iván Fernández, que dejó su sitio para Chencho. Los cacereños consiguieron empatar el partido en el minuto 56, en un córner que remató Maíllo en el segundo palo, en un nuevo error defensivo de los carbayones, donde también dio la sensación de que Brazao podía hacer algo más.

Ziganda movió ficha y retiró a Aburjania y a Riki, para dar entrada a Javi Mier y Nahuel. El georgiano se dejó ver poco, al igual que el mediapunta ovetense. El Oviedo no tardó en volver a tomar ventaja en el marcador, tras una acción por la derecha que acabó con centro de Viti y remate en el área de Mujica, al primer toque, anticipándose a la marca de Maíllo.

Con el 2-3 el partido se equilibró, el Oviedo contuvo a un Coria que mostraba síntomas de agotamiento por el esfuerzo realizado y que abusaba del juego directo, pero que lo intentó hasta el pitido final. Los locales tuvieron la última en el minuto 95, en un saque de esquina que remató desviado Dani Aparicio.

Al final no hubo sorpresa y el Oviedo venció en un partido cargado de imprecisiones. La segunda ronda será el 6 de enero y todo apunta a que los carbayones repetirán a domicilio ante un equipo, posiblemente, de Segunda B, aunque habrá que esperar a que finalicen todos los emparejamientos de esta primera ronda, donde la principal sorpresa ha sido la derrota de la Ponferradina (1-0) en Portugalete. Precisamente los bercianos serán el último rival de 2020 para el Real Oviedo, al que se medirán el viernes, a las siete de la tarde, en El Toralín.

Mujica celebrando uno de los goles.