Sporting ‘B’ y Marino empataron en Mareo y prolongan, hasta el año que viene, su mala dinámica de resultados. En cierta medida demostraron el porqué de su clasificación,que les tiene descolgados a -por ahora- cinco puntos de la zona que da tranquilidad en la tabla, pero que pueden ser seis según lo que acontezca el próximo sábado en el Langreo – Covadonga pendiente de la jornada 5. Ambos demostraron que no son equipos nada fiables en labores defensivas, incapaces de cerrar su portería y que encajan con relativa facilidad.

La primera parte fue insulsa, sin ritmo de juego y con constantes imprecisiones de ambos. El Marino solo llevaba peligro a balón parado, donde Mendi generó las dos únicas claras opciones de los marinistas en la primera parte. La primera, en el minuto 8, fue un remate de córner que detuvo bien Christian Joel. El Sporting ‘B’ quería el balón, pero no hacía daño con él. Por su parte el Marino quería robar y hacer daño con él.

Lo intentó en muchas ocasiones y pudo hacerle un daño tremendo al filial, poco contundente en defensa -donde especialmente estuvo poco afortunado David Fernández-, pero adoleció de acierto en los metros finales. Sin embargo, tampoco sufría en ataque. Solo César García, en uno de los pocos errores marinistas con balón en su campo, conectó un disparo que se fue fuera por poco. El Marino sufriría el primero de sus percances al tener que abandonar Lora el terreno de juego con una brecha en la cabeza, en una acción en la que Koné le golpeó con los tacos en la cabeza, por lo que requirió de hasta once puntos de sutura.

Al filo del descanso no once, pero sí encarrilló Mendi el terreno para los tres del triunfo al rematar tan impecable como solo, una falta lejana de Alex Arias la remataba el punta de forma que Christian Joel no pudo hacer nada. El balón parado fue una auténtica pesadilla en defensa para el Sporting ‘B’ que encajó gol, pero que también pudo lograr el 1-1 en una jugada así. En el añadido del primer tiempo, Pelayo Morilla se encuentra con un balón suelto, pero un defensa bloquea su potente disparo que se dirigía inexorablemente al fondo de la red de Chechu Grana.

Pelayo Pérez y Lucas Suárez hacen reaccionar al filial

Tras el descanso el Marino salió a por todas. Logró encerrar al Sporting ‘B’ que no podía sacudirse la presión marinista. Los de Oli pudieron cerrar el encuentro de nuevo a balón parado con un remate de Miguel Prado que saca Christian Joel con otra gran parada. Tras esta acción llegaría la segunda lesión marinista, ya que Álex Arias el que no pudo continuar. Una lesión que se juntó con un evento clave como fue la entrada al campo de Pelayo Pérez y Lucas Suárez.

Ambos jugadores le cambiaron la cara al Sporting ‘B’ ya que con sus pases y acciones lograban romper líneas del Marino que se veía obligado a correr hacia atrás, algo que hasta entonces el Sporting ‘B’ no había logrado. De esa forma el equipo de Samuel Baños empezó a percutir cada vez con más claridad al área de Chechu Grana. Koné tuvo la primera de cabeza que se le fue por poco y el costamarfileño sería clave en el empate. Se interna en el área, se zafa de dos jugadores y pone el balón para que Santamaría casi desde el suelo, empujase a la red. Reclamaban los sportinguistas penalti de Emilio Morilla sobre el delantero gijonés, pero la jugada acabó en el 1-1.

Quedaban 20 minutos que fueron de casi total dominio rojiblanco. Koné tuvo el 2-1 prácticamente al minuto del empate, pero su disparo fue sencillo para Chechu. El Marino logró, con balones largo a Mendi y Enol Rodríguez salir en algunas ocasiones. El cansancio les hacía mella, pero sacaban fuerzas de donde no las había para aferrarse al partido y alejar el partido de su área. Tuvieron la victoria en una pérdida en la frontal del área de David Fernández que Mendi chutó bien ajustado al poste, pero Christian Joel evitó con una parada que vale dos puntos y como tal la celebró el guardameta.

Con ese esfuerzo extra, que hizo que el cuadro de Oli acabase extenuado, logró impedir que el Sporting ‘B’ creara claras ocasiones a pesar de que estaba un punto físico por encima. Solo Lucas Suárez ya en el añadido pudo lograr el 2-1. Conectó un buen cabezazo a centro de Trabanco, pero el balón se le fue pegado al poste para alivio de la expedición gozoniega que suma un punto, pero que le sabe como si perdiera dos. Lo mismo que el filial que se va con la sensación de que no supo ganarlo cuando tras el 1-1 estaba siendo superior.

Ambos cierran el año colistas del grupo y ahora les aguarda una travesía de cuatro semanas para reanudar la competición en 2021 y cerrar la primera vuelta. El filial rojiblanco lo hará en Valladolid visitando al Valladolid Promesas y el Marino lo hará en Miramar donde recibirá a la Cultural.

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