El delantero caudalista entró al descanso para desatascar al Caudal ante un ordenado Vallobín, al que le faltó calma con balón para poder dar un susto. Triunfo justo de los mierenses.

El Caudal venció con justicia al Vallobín, ya que hizo más méritos para ello. Pero lo cierto es que, si bien el dominio fue total y la victoria puede parecer plácida, al cuadro de Chuchi Collado le costó abrir la lata y allanar esos primeros tres puntos. Para ello tuvo que recurrir a su delantero pichichi; un Cristian que empezó en el banquillo, que salió al descanso y al que le bastaron 18 minutos de juego para dejar el partido visto para sentencia con dos goles.

Desde el primer minuto el Caudal se hizo con el balón ante un Vallobín que esperaba en su parte del campo, aunque ejerciendo una presión individual desde tres cuartos de campo. No les dificultó mucho la salida a los mierenses, pero sí la llegada a área contraria. De hecho, durante toda la primera parte la mejor fuente de peligro del Caudal fue la banda derecha con un Jandrín que se mostró muy vertical y peligroso, pero que no atinó en el último pase.

Las únicas ocasiones caudalistas fueron un disparo flojo de Caique y algunos disparos a rechaces en acciones a balón parado. Ahí Keko Roza no encontró portería y Fabrice se encontró con un Marcos que respondió con sobriedad. El Vallobín logró dar algún susto con espacios, pero en más de una ocasión se protestó mucho la señalización de varios fueras de juego que hubieran dejado solo a jugadores ovetenses ante Javi Porrón.

Lo que en la primera parte fue de fogueo para el Caudal, cambió con la entrada de Cristian. En apenas cinco minutos, el delantero, máximo goleador el curso pasado, logró abrir el marcador. Fue tras una buena jugada por derecha con pase atrás de Jandrín que recoge Cristian y su disparo, tras pegar en un defensa, deja vendido a Marcos que no puede ver más como el balón entra casi llorando.

Pero además del gol, la entrada de Cristian, para pasar a jugar con dos puntas, le vino muy bien al Caudal. Borja Navarro también mejoró su nivel y se supo asociar mejor. De hecho, fue muy protagonista en el 2-0 tras asistir de tacón un pase previo de Mendi a Cristian para que éste se internase en el área y definiese con un buen disparo cruzado. Con ese 2-0 el partido estaba prácticamente finalizado. Los mierenses, aunque no renunciaron a buscar el tercero, si bajaron levemente el pistón.

Gozaron de algunas ocasiones más, pero sin acierto ni puntería y el partido se consumía sin ningún sobresalto para Javi Porrón. Al menos así fue hasta apenas dos minutos del final, cuando Abel tras porfiar por un balón y encarar al portero que le ganó el partido y envió a córner. En ese saque de esquina fue Rinaldi quien remató, pero sin problemas para el portero caudalista. Todo apuntaba a que el partido se iba a consumir con el 2-0, pero Otía, ya en el descuento, recuperó un balón en campo contrario y tras una jugada individual logró el 3-0 que culminaba un gran partido del mediocentro local.

Un buen comienzo para el Caudal que visitará la próxima semana Pola de Lena para medirse al Lenense el domingo a las 12:00. Mientras, el Vallobín debutará como local y recibirá en su feudo al Gijón Industrial en el mismo horario.

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