Restan apenas cinco días para que
vuelva el fútbol no profesional y comiencen las
ligas en Segunda B, Tercera División y Regional
Preferente. Tres competiciones que fueron
suspendidas mediado el pasado mes de marzo, por la
crisis sanitaria que aún padece el país.
Será una vuelta especial, con
muchos condicionantes para los espectadores y
también para los deportistas. Mismamente el Marino,
que será el primer equipo asturiano no profesional
que juegue fuera del Principado, solamente podrá
estar acompañado por cuatro directivos, ya que el
Numancia supera el millar de socios y no sacará
entradas a la venta. Algo que también sopesa el
Marino, en función del aforo que consiga en Miramar.
Los jugadores también tendrán una
situación especial en los banquillos, que se han
aumentado esta temporada, y también con la amenaza
presente de la lluvia, que podría condicionar en
muchos campos donde la tribuna está en frente de los
banquillos. Esto se suma a las restricciones en los
vestuarios y los saludos con los rivales para
respetar las medidas de higiene que recoge el
Protocolo.
Al fútbol,
sentado
Según indica actualmente el
Protocolo, todos los espectadores deberán estar
sentados y el aforo máximo es de 1.000 personas al
aire libre y 500 en polideportivos. Una cifra que no
sería preocupante para ninguno de los equipos de
estas categorías, que rara vez supera el millar de
espectadores en sus partidos. La preocupación de los
directivos radica en la obligación de tener butacas
disponibles para los aficionados.
Hay clubes como el Langreo, Club
Siero o Real Avilés -por citar algunos- que cuentan
con aforo suficiente para albergar sentados a sus
aficionados en buenas condiciones, con una butaca
cubierta, pero también hay otros como el Lealtad,
Marino o Valdesoto, por ejemplo, que no tienen
espacio para dar asiento cubierto a todos los
aficionados que suelen ir a sus campos.
Los directivos demandan que
los aficionados puedan estar de pie cumpliendo las
medidas de seguridad e higiene, en previsión de
la llegada del invierno y de que sus butacas, en
muchas ocasiones muros de hormigón, estarán mojados
y fríos. La petición general es que se pueda ubicar
a aficionados de pie en estas demarcaciones, sobre
todo con vistas a los días de lluvia. Esta solicitud
ya la ha realizado la RFFPA hace varias semanas,
aunque por el momento no se ha cambiado en el
Protocolo.
El Ayuntamiento de Colunga ha
instalado en Santianes una tribuna provisional con
150 butacas, aunque con la distancia de seguridad se
quedará aproximadamente cerca del tercio de este aforo.
El Lealtad anunció en el día de hoy que su aforo
será de 400 espectadores para el partido ante el
Covadonga. En el aire está lo que ocurra en las
ciudades deportivas del Real Sporting y Real Oviedo
para los partidos de los filiales, que podrían ser a
puerta cerrada.