El partido puede
resumir a la perfección lo que es la temporada,
decepcionante, del Sporting. Una gran solidez defensiva
que te permite competir, frenar a un buen equipo como el
Girona, pero unas carencias enormes en ataque que te
hacen no tener la capacidad de someter a los rivales.
Generalmente no eres inferior a nadie, pero tampoco
superior. Vives permanentemente en partidos igualados,
donde a veces la moneda sale cara como ante el Lugo,
otros cruz como ante el Almería o en días como hoy con
un reparto de puntos. Esta igualdad te impide alcanzar
esa regularidad, esas tres victorias seguidas que te
aúpen en la tabla. Y así estamos desde agosto.
Djukic contó nuevamente con bajas
importantes como las de Bogdan, Aitor García, Molinero y Pedro Díaz, con
problemas en los isquios y que fue reservado. Seis cambios respecto a Almería,
mientras que Francisco, en su segundo partido, realizó dos permutas respecto a
su debut.
El duelo no tuvo un dominador claro, con
arreones de unos y otros y con fases para el Sporting y otras para el Girona.
Avisó primero Murilo con un disparo de falta que Riesgo despejó con acierto. La
réplica fue para Maffeo, en una acción individual que finalizó con un chut con
la izquierda que Mariño participó para evitar el tanto. En dicha acción se
lesionó el lateral, ingresando el ex sportinguista Calavera en su lugar.
No fue una buena primera mitad del
Sporting, tampoco del Girona. Mucha segunda jugada, muchas imprecisiones y pocas
ocasiones. Los visitantes intentaron aprovechar un error en la salida de balón
de los locales para montar una contra que condujo Samu Saiz y que finalizó por
encima del larguero Alex Gallar. Pidió penalti el equipo catalán tras un
cabezazo despejando de Babin que fue a parar al brazo de Javi Fuego. El
colegiado no apreció voluntariedad y no señaló la pena máxima.
ALa segunda mitad, salvo el último tramo, siguió el mismo guion. Stuani a punto
de estuvo de firmar un soberbio gol de vaselina, pero Mariño voló para despejar
a córner. En la reanudación el que pidió penalti fue el Sporting. Calavera
atropelló en el área a Damián Pérez, en la disputa de un balón aéreo. Tampoco le
pareció suficiente al colegiado de la contienda.
Djukic tardó en mover el banquillo y la sensación que dejó el tramo final es que
de haberlo hecho antes, el resultado igual era distinto. Los rojiblancos
acabaron el partido encerrando a su rival en su campo y rozando el gol, tras el
cabezazo de Javi Fuego a la salida de un córner, que Riesgo despejó
acertadamente.
Al final reparto de puntos que no saca de pobres a ninguno, y que pone en
evidencia lo que es este Sporting: bien en defensa, insuficiente en ataque. Si
dominas solo un área, tu hábitat hace indicar que es la mitad de la tabla. Ahí
está colocado el Sporting: 50 puntos, undécimo clasificado, a 5 del playoff y
con 6 de ventaja del descenso, ni frío ni calor. 12 puntos son los que quedan
por dirimirse, empezando por Albacete el próximo jueves a las 19:30h, donde los
gijoneses buscarán apurar sus exiguas opciones de colarse entre los seis
primeros.