Oviedo y Fuenlabrada no fueron capaces de cambiar el resultado inicial, en un encuentro con mucho ritmo, pero sin apenas juego ofensivo por parte y parte.

Oviedo y Fuenlabrada cerraron la jornada 35 con un empate sin goles, en un partido muy disputado, con entradas duras, mucha disputa, pero poco juego de ataque. Los porteros tuvieron muy poco trabajo y el empate significa para el Oviedo su sexto partido invicto, lo que habla de la mejoría a nivel defensivo de conjunto azul.

El calendario se aprieta y los dos entrenadores hicieron rotaciones respecto a su último once. El Oviedo descansó 72 horas justas tras la victoria (0-1) en el derbi. Un día antes, el domingo, fue la victoria del Fuenla (2-0) ante el Numancia. Ziganda introdujo seis cambios en el once, con las novedades de Grippo, Mossa, Lolo González, Bárcenas, Samuel Obeng y Ortuño, que ocuparon las vacantes de Carlos Hernández, Christian Fernández, Tejera, Sangalli, Rodri Ríos e Ibra Baldé. Cabe destacar el cambio de sistema, del habitual 4-4-2 a un 4-2-3-1 con Jimmy como mediapunta.

El exentrenador del Sporting, José Ramón Sandoval, cambió prácticamente por completo al equipo del domingo y solamente repitieron el ex oviedista Pol Freixanet, y los centrocampistas Cristóbal Márquez, Nteka y Pathé Ciss.

El partido empezó con mucho ritmo por parte de los dos equipos, aunque sin un dominador claro, ni llegadas a los áreas. Con el avance de los minutos se fue haciendo con el control del balón el Oviedo, que en la noche de hoy contó con un hombre más de lo habitual reforzando el doble pivote, aunque combinaron principalmente en la medular y los hombres de ataque: Obeng, Ortuño y Bárcenas, apenas intervinieron en el área visitante en la primera parte.

El Fuenlabrada, dispuso de un equipo muy físico que se mostró expeditivo en labores defensivas, pero que carecía también de profundidad e ideas en ataque. La única jugada destacable en los primeros minutos de la primera mitad fue un cabezazo alto de Grippo a la salida de un córner botado por Bárcenas. Pero la mejor ocasión del Oviedo llegó en el minuto 37, tras un centro de Mossa, que cabeceó bien Lolo González y el rechace de Freixanet lo remachó Bárcenas contra un defensa. El colegiado contactó con la sala VOR para saber si pudo haber mano del jugador visitante, aunque finalmente dejó seguir el juego.

Los madrileños salieron con una marcha más en la reanudación y los primeros minutos se jugaron en el campo oviedista, aunque sin trabajo para Lunin. Ziganda reaccionó rápido y buscó un revulsivo con la entrada de Borja Sánchez y Rodri Ríos, en detrimento de Jimmy y Obeng. El ovetense intervino poco como mediapunta, mientras que el ghanés estuvo bastante desacertado en sus intervenciones, a pesar de la buena voluntad de ambos.

Con el doble cambio Ziganda recuperó el 4-4-2 habitual. Bárcenas pasó a la derecha y Borja Sánchez entró en la izquierda, dejando a Rodri y Ortuño como referencias ofensivas. El cambio tuvo efecto inmediato y el Oviedo pasó a llevar la iniciativa, adelantando líneas y abriendo el campo durante unos minutos. Aunque la segunda mitad estuvo igualada, con dominio alterno por fases.

El Oviedo acabó realizando cuatro cambios, ya que Sangalli e Ibra se incorporaron en la recta final por Bárcenas y Ortuño. Rodrí Ríos, que estuvo muy impreciso con balón, fue desplazado a la banda izquierda y Borja Sánchez actuó como enganche. El ovetense fue buscado por sus compañeros y dejó detalles de calidad, pero intervino lejos de la meta defendida por Pol Freixanet.

Los azules llegaron frescos a la recta final y apretaron arriba en busca del triunfo, pero sin poner en apuros al cancerbero visitante.

La próxima cita de los de Ziganda será el domingo (Los Pajaritos - 19:30 h.) un duelo directo por la permanencia ante el Numancia, al que aventajan en tres puntos tras el empate de hoy. Los sorianos encadenan siete derrotas consecutivas, la última (2-0) ante el Girona.