El Sporting sumó un
punto que lo acerca a la salvación definitiva y que no
le permite dar el salto definitivo para creerse el
luchar por un objetivo más ambicioso. Al menos no
perdió, lo que hubiera puesto el lejano playoff por
sensaciones, en chino. Los rojiblancos, con menos de 50
horas de descanso que su rival, tras el varapalo del
derbi, sumó un punto que visto el juego desplegado no es
para marcharse descontento. Tampoco es que el Rayo lo
hubiese bordado, es más, estuvo a punto de encajar un
segundo gol que le hubiera condenado a la derrota.
Djukic realizó 6 cambios en la alineación,
dando un meneo al bloque que había disputado casi todos los minutos: Damián
Pérez por Cordero, Valiente por Molinero, Javi Fuego por Nacho Méndez, Gaspar,
debutante hoy, por Murilo, Aitor García por Carmona y Álvaro Vázquez por
Djurdjevic.
El Sporting salió con un centro de campo de
músculo, que le impidió tener la posesión y saber, en los pocos minutos de los
que la dispuso, qué hacer con ella. Dos extremos a pierna cambiada y balones
largos como recurso. El Rayo llevó el peso del partido, pero esta primera parte
fue tediosa, con infinidad de imprecisiones, seguramente provocado por un calor
asfixiante.
Los de Paco Jémez pudieron adelantarse con
un cabezazo de Comesaña que se marchó por encima del larguero y especialmente
con un disparo desde la frontal de Joni Montiel que Mariño despejó para enviar a
córner. El bagaje en ataque de los de Djukic en la primera mitad se limitó a
faltas lejanas colgadas al área, donde en el último minuto encontró una
recompensa inmerecida. Un mal despeje de la zaga local, hizo que el balón le
cayese en el área a Álvaro Vázquez que batió a Dimitrievski con un chut potente
y cruzado.
El Sporting había hecho lo más difícil pero
quedaba toda la segunda mitad por delante. Con espacios, los gijoneses
estuvieron mejor y tuvieron dos claras ocasiones para sentenciar el choque. No
lo hicieron y acabaron cediendo el empate, no sin polémica. Nacho Méndez a pase
de Carmona y el balear tras robo y asistencia de Gaspar, pudieron hacer el 0-2,
pero el primero se encontró con las piernas de un zaguero y después el 10 remató
desviado.
Se quejó amargamente el Sporting de la falta que precedió al 1-1. Damián Pérez,
a simple vista, no comete ninguna infracción. El asistente, a un palmo de la
jugada, la señaló. La falta lateral colgada al área fue despejada en primera
instancia por Babin, dando lugar el rechace a Isi Palazón, cuyo centro desde la
izquierda cabeceó Qasmi a la red.
Los últimos 15 minutos fueron abiertos, sin un dominador claro y con un
resultado incierto. El Sporting, que acabó dando por bueno el empate, sumó un
punto que lo aleja del descenso y que le hace recortar distancia sobre el
playoff. La zona roja está a 8 puntos, mientras que la sexta plaza se encuentra
a 4. Toca seguir y sin pausa casi, volverá al ruedo el domingo a las 17h en El
Molinón ante el Lugo.