El director deportivo del
Real Oviedo lo ve con buenos ojos, "está bien
pensado, con la intención de que todos los
equipos seguimos unas pautas para que haya menos
riesgo de contagio de coronavirus. Que los
jugadores tengan una fase de entrenamiento donde
el contacto de los jugadores con el exterior sea
cero, para llegar a la competición sin casos de
coronavirus".
Arnau espera contar con más
información "cuando sepamos realmente cuándo
podremos volver a empezar a entrenar", la fase
inicial serían entrenamientos en solitario,
seguida de una fase de entrenamientos grupal y
otra final con toda la plantilla y la rutina
habitual. El catalán apunta que "la primera fase
es de acondicionamiento general, para salir de
la rutina de estar en casa y tener un físico
preparado para la siguiente etapa, de grupos de
8, donde ya se podrá hacer balón, algo táctico y
mayores esfuerzos, para seguir preparándose de
cara a la última fase de rendimiento, para
entrenar como se hacía habitualmente".
La diferencia de una
pretemporada "es que se que allí se mezclan las
tres fases desde el inicio". Arnau espera que
"que pronto podamos salir a la calle y continuar
no solo con este protocolo, si no con todas las
actividades de la sociedad".