El Vallobín -
Ribadesella (3-1) se saldó con dos expulsiones, una para
cada equipo, en el minuto 23, cuando Nacho -delantero
del Vallobín- recibió un golpe en la cara de Ayala y
Piero fue a recriminarle lo sucedido.
El colegiado recogió
así lo sucedido:
El Vallobín, que ahora acudirá al
comité de apelación, interpuso un recurso por lo
sucedido y el Comité de Competición sancionó a Piero con
8 partidos, cuatro por "Agarrar,
empujar o zarandear, o producirse de manera levemente
violenta para con los árbitros (Art. 60.d)" y otros
cuatro por "Agredir a otro, sin causar lesión (Art.
60.f)".
Piero considera injusta la sanción, "reconozco que no
puedo arrollar al árbitro y a compañeros, pero si pasa
algo similar en la calle hubiera hecho lo mismo. Me
pareció una agresión lamentable". El ovetense, de 33
años, considera que "sancionando un codazo con un
partido lo que hacen es fomentar las agresiones. Algo
falla".
Además de injusta,
Piero señala que el acta no dice la verdad, "no le di dos patadas en la barriga a
nadie, solamente fui a recriminarle la acción y, por el
medio, arrollé al árbitro y a un compañero". El defensa,
de 33 años, reconoce que juega porque "me gusta mucho el
fútbol y juego por afición. Quiero lavar mi imagen
porque nunca me expulsaron por agredir a nadie, la
mayoría fueron por protestar. La gente que vea lo que
ocurrió y que valore lo sucedido" y concluyó que "el
tiempo me va a dar la razón con más hechos de este
tipo".