Los azules consiguieron vencer al Lugo en un partido marcado por la notable reacción de los de Anquela tras el descanso.

3						-		2
Real Oviedo							C.D. Lugo
Nº	Jugadores	A	R	C	G	P	Nº	Jugadores	A	R	C	G	P
13	Juan Carlos	90				2	1	Juan Carlos					2
2	Diegui					3	2	Leuko	39				2
6	Carlos Hdez.					3	6	Bernardo					2
18	Christian Fdez.					3	20	Miquel					2
23	Mossa	90				3	16	Luis Ruiz	66		84		2
5	Forlín					2	12	Azeez				61	3
8	Folch					2	8	Seoane					2
15	Mariga	21				2	16	Cristian Herrera				11	2
7	Aarón Ñíguez	60			71	3	10	Campillo			56		2
21	Berjón				51	3	11	Fede Vico					3
9	Linares			87	55	3	14	Fydriszewski			79		2
BANQUILLO							BANQUILLO
1	Alfonso Herrero						13	Roberto	55'
19	Valentini						4	Josete
20	Cotugno						17	Luis Muñoz
22	Rocha						5	C. Pita
14	Yeboah						9	Mario Barco			84		s.c.
11	Pucko						19	S. Díaz			79		s.c.
33	Owusu			87		s.c.	18	Albarracin			56		2
ENTRENADOR							ENTRENADOR
Juan Antonio Anquela							Francisco Rodríguez
Goles:		0-1, Herrera min. 11; 1-1, Berjón min. 51; 2-1, Linares min. 55; 2-2, Azeez min. 61; 3-2, Aarón Ñíguez min. 71.
Árbitro:		Sagués Oscoz, asistido por Ríos Pérez y Canales Cerda. Comité vasco. (2)
Incidencias:		Nuevo Carlos Tartiere. Terreno de juego que acabó notablemente embarrado. Mañana lluviosa. 13.022 espectadores.

La visita al Tartiere del líder de la categoría parecía llegar en el peor momento. Por un lado, el Oviedo venía de perder en Alcorcón tras un pésimo partido. Por otro, la desafortunada lesión de Toché, que le hacía quedarse sin su máximo artillero. Sin embargo, a pesar de tal contratiempo, de la mala imagen mostrada en los recientes encuentros y, en general, de un inicio irregular, la afición esperaba con ansia este partido debido a que de ganarlo supondría un golpe de efecto importante. Y así fue, aunque no fue fácil.

Anquela apostó por un dibujo hasta ahora inédito (3-5-2): defensa de tres centrales, con Forlín en el eje de la zaga, y Mossa y Diegui como carrileros. No obstante, el defensa argentino tenía libertad para sumarse a un trivote de medios con Folch y Mariga, lo cual por momentos parecía transformar el esquema a un 4-3-3. Linares, que en Alcorcón no tuvo su oportunidad tras la lesión de Toché, se encomendaba en este partido como la referencia ofensiva.

Sin embargo, este dibujo parecía venirse abajo a los once minutos. Cristian Herrera tiraba por la borda las pretensiones de Anquela tras aprovechar una gran asistencia de Fede Vico desde el flanco derecho. 0-1. Este gol hizo mucho daño a los azules, que lejos de reponerse comenzaron a vivir una pesadilla. Las acometidas del Lugo eran constantes, en detrimento de un Oviedo estéril en ataque, que poco a poco empezaba a desquiciar a la grada. El descanso se prometía como el mejor de los remedios. Sin embargo, antes del paso por vestuarios, el Lugo dispuso de dos ocasiones más que a punto estuvieron de sentenciar el partido por medio de Fydriszewski, pero primero el palo y luego Cristian evitaron una renta mayor para los lucenses.

El discurso de Anquela en el descanso surtió efecto. El Real Oviedo, herido en la primera parte, salió renovado y mostró una cara bien distinta a lo visto hasta el momento. Ya a los seis minutos de juego se le empezaron a poner las cosas de cara. Ñíguez cayó dentro del área y el árbitro señaló penalti. Berjón asumió la responsabilidad, y con un ajustado y potente disparo al poste izquierdo empataba el encuentro. 1-1. El Tartiere se enchufó y, fruto de ello, cuatro minutos más tarde Linares, de cabeza, culminaba la remontada tras un centro desde la izquierda de Berjón después de que Ñíguez sacara un córner en corto. 2-1, y el delirio se apoderó de la parroquia azul.

Sin embargo, a la fiesta se iba a unir un invitado inesperado que aguó por momentos el subidón de los locales. Azeez, en el 61', aprovechaba un balón muerto dentro del área tras un desajuste de la defensa carbayona y empataba el encuentro. 2-2, y jarro de agua fría para los locales. Lejos de caer en el desánimo, los de Anquela se repusieron, y en el 71 Aarón Ñíguez batía a Juan Carlos tras una sensacional combinación por la banda izquierda entre Berjón y Mossa. 3-2, y de nuevo el ambiente festivo reinó en el Tartiere, aunque esta vez hasta el final. Solamente Diegui pudo aumentar la renta en un mano a mano, pero su disparo se fue rozando el poste.

Esta victoria permite a los de Anquela auparse de nuevo a la zona media y empezar a mirar de frente los puestos de play off. Por su parte, los de Francisco se exponen a perder esta tarde su condición de líder. En cuanto al plano anímico, la remontada y la excelente imagen del Oviedo en la segunda parte les hace encarar con confianza estos dos próximos partidos fuera de casa: su asignatura pendiente.

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