López Toca, asistido por Toca Alonso y Valencia
López. Comité cántabro. (3)
Incidencias:
Nuevo Carlos Tartiere. Terreno de juego en
perfecto estado. Noche calurosa. 10.574
espectadores, según fuentes oficiales.
El
Real Oviedo se apea del tren copero en la primera
parada, al igual que sucediera la pasada campaña con la
derrota en la prórroga frente al UCAM de Murcia. El
Numancia aprovechó un rechace tras una jugada a balón
parado para conseguir el pase a la siguiente ronda,
frente a un Oviedo que lo intentó, a medio gas y con
rotaciones, y que tuvo su mejor ocasión con un penalti
marrado por Linares.
Anquela introdujo
novedades en el once, aunque antes de comenzar el
encuentro tuvo que cambiar la alineación por una lesión
en el hombro de Edu Cortina, que iba a ser de la
partida. En su lugar entró Asier, que junto a Prendes
fueron la representación de la cantera en el once
inicial. También debutaron Alfonso Herrero, Mossa y
Yeboah; estos dos últimos fueron los mejores del equipo,
y desde el banquillo Forlín, que actuó como pivote y
dejó detalles de su calidad, aunque, quizá, falto de
forma física para aguantar un partido completo aún.
El Numancia entró mejor
al encuentro, combinaba y jugaba en campo contrario,
ante un Oviedo aletargado, que acusó su falta de
concentración e intensidad en el minuto 18, cuando Marc
Mateu recogió un mal despeje tras una falta lateral y,
de primeras, envió el balón al fondo de la red defendida
por Alfonso Herrero.
El gol dio un toque de
atención a un Oviedo que despertó y empezó a buscar la
banda izquierda, con un inspirado y acertado Mossa, que
se incorporaba al ataque y se asociaba bien con el
último fichaje, Yeboah, que dejó muestras de su
velocidad y desborde. El ghanés tuvo dos remates a
centro de Cotugno que blocó sin problemas el meta
numantino. Pero la mejor ocasión del primer tiempo fue
un remate desde la frontal de Ramón Folch que hizo
restallar el poste derecho de la portería de Aitor, tras
una buena jugada colectiva.
Se llegó al descanso
con el 0-1 y un Oviedo lento, demasiado estático y que
combinaba el esférico sin fluidez, ante un Numancia que
tampoco daba muestras de estar mucho mejor, tras haberse
adelantado en el marcador.
El
Oviedo buscaba continuamente la banda izquierda y en el
minuto 55, Rocha sirvió un buen pase en profundidad para
Yeboah, que le ganó la espalda a su par y, de primeras,
intentó una vaselina que Aitor desvió a córner.
En el 58' Escassi
agarró a Folch en el área y el colegiado señaló la pena
máxima, tras una gran jugada de Mossa, que se incorporó
en numerosas ocasiones al ataque. Linares asumió la
responsabilidad, pero demostró que hoy no era su día, y
envió el balón a las nubes.
Anquela movió ficha y,
con la entrada de Steven por Folch, para dar descanso al
centrocampista catalán, pasó a jugar con dos puntas. En
la última media hora apenas hubo aproximaciones
peligrosas sobre el marco numantino, tan sólo un remate
cruzado de Pucko a centro de Mossa que salió desviado,
pero el partido se fue a los fueros del Numancia, que
fue interrumpiéndolo con cambios y pérdidas de tiempo
para defender su renta.
Yeboah fue sustituido y
echó la mano a la parte de atrás del aductor, por lo que
podría convertirse en el enésimo lesionado de la
temporada. El encuentro acabó, en el 95', con una falta
lateral en campo contrario a la que ni si quiera se
incorporó el portero Alfonso Herrero.
Los azules volverán
mañana al trabajo en El Requexón (10:30 horas.) con la
vista puesta en el derbi del sábado. El Oviedo tiene
previsto realizar el último entrenamiento de la semana
en el Carlos Tartiere y a puerta abierta, para recibir
el último apoyo de la afición antes de salir rumbo a
Gijón.