El
máximo goleador de la historia con la Selección Española
(59 goles), volvió a lucir su camiseta a los 35 años,
algo más de tres años después de su último partido en el
Mundial 2014 de Brasil frente a Australia.
David Villa entró en el
minuto 89 sustituyendo al protagonista del partido, Isco,
autor de los dos primeros goles (13' y 40') de la
victoria ante Italia, que completó el ex-madridista
Morata (77').
El Bernabeu lo recibió
con una calurosa ovación, en un partido donde el
delantero de Tuilla estuvo apoyado en la grada por
familiares y amigos.
Se esperaba que en el
partido ante Liechtenstein pudiera disfrutar de más
minutos, pero no será así. En el entrenamiento de ayer
sufrió una elongación en el aductor y causa baja en la
convocatoria de la Selección.
El ariete, que está a punto de llegar
a la centena de partidos -lleva 98- con la elástica
nacional, se mostró encantado, "es muy difícil de
describir, no sé si merezco tanto cariño".
David Villa reconoció que "era
difícil volver, pero no había perdido la ilusión. Me
hace muy feliz. Han confiando en mí, gracias a todos.
Era un momento clave por el partido, por la
clasificación...".
El langreano se mostró contento con
la victoria y da valor a que "ahora dependemos de
nosotros. En el fútbol no se puede dar nada por hecho,
era el partido más difícil y lo hemos sacado adelante.
Ahora hay que demostrar que somos mejores en el campo"
para conseguir el primer puesto.