Analizamos al próximo rival del Tuilla. El San Fernando
se estrena en la fase de ascenso en su segunda temporada
en Tercera División.
La UD San Fernando llega en 2017 por primera vez a la
promoción de ascenso a Segunda División B. Se
estrena en esa fase en su segundo año como equipo de
Tercera División en el grupo canario, convertido en la
segunda referencia del Archipiélago tras un intratable
líder, Las Palmas Atlético.
Maspalomas se encuentra en el sur de la isla de Gran
Canaria, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana,
donde destaca el sector turístico. Cuenta con algo más
de 30.000 habitantes y se encuentra a tan sólo quince
minutos del Aeropuerto de Gran canaria y a media hora de
la capital Las Palmas.
El equipo del Sur de Gran Canaria es heredero emocional
del CD Maspalomas, que alcanzó a jugar en la división de
bronce tiempo atrás, residente en la zona turística de
la isla. San Fernando ha logrado reunir una plantilla
muy competitiva, integrada por jugadores canarios
conocedores del oficio en estas divisiones. Y dirigidos
hacia la fase de ascenso por Tino Déniz, el
técnico con el que lograba en 2015 el arribo al fútbol
nacional.
Déniz, sin embargo, no empezó la temporada. Julio Suárez
(ex Sporting de San José) se encargó de rediseñar una
plantilla que ya había sido sorpresa en la campaña
anterior, acariciando los puestos que daban acceso al
bombo federativo. En el cambio de un año a otro, ahora
el San Fernando es un equipo con menos dotes defensivas
pero más alegría en ataque. Su fútbol no descarta la
dura contención en retaguardia que ya le caracterizaba
junto a una clara inclinación al estilo de toque que es
tradicional en los equipos canarios.
Uno de sus fuertes es, precisamente, las instalaciones
municipales donde ejerce como equipo local. Dos pequeños
graderíos de apenas cinco peldaños rodean el recinto,
con capacidad para un millar de personas que estará a
reventar. No suele llevar un número elevado de
aficionados a sus encuentros, sin embargo para la
liguilla ya se espera un ambiente excepcional. Pero la
principal característica de la instalación está
condicionada por las duras condiciones climáticas
donde se encuentra. En realidad el cauce de un barranco
en el que a pleno sol el termómetro se eleva por encima
de los treinta grados centígrados y una sensación
agobiante de mayor calor. Y, si el partido es nocturno,
todo lo contario: un alto grado de humedad y baja
sensación térmica.
Jugar
en San Fernando de Maspalomas tiene sus inconvenientes.
Pero más con un equipo de buen gusto futbolístico. Sus
más importantes jugadores son los de ataque. En el
mercado invernal reforzaron la plantilla Aday López
-a la derecha- (13 tantos) y el cedido por UD Las
Palmas, Jefté Betancor -arriba- (8 goles). El
primero es un rematador nato, sin duda una de las
sensaciones del campeonato en el grupo canario. El
segundo es imprevisible, con amplia zancada y buen
disparo desde cualquier posición. Sus hechuras le
llevaron a estar convocado por Quique Setién la pasada
temporada en el equipo amarillo de Primera División.
Pero San Fernando es más. Cesáreo es su director de
orquesta en el centro del campo, escoltado por dos
hombres trabajadores y expertos como son Amado y Godoy.
En las alas, Malick Diallo -también cedido por UD
Las Palmas- es una alegría para la vista. Rápido e
indomable cuando hay espacio. Además, también cuenta con
velocidad cuando Edu y Karim se incorporan al juego
ofensivo.
Malick Diallo
Es un equipo que se amolda a cualquier circunstancia del
juego aunque su tendencia natural es a neutralizar al
contrario a través de la posición desde zona de
retaguardia.
Cubre la portería Santi Hidalgo, en un bloque defensivo
que a pesar de los muchos cambios de la campaña siguió
ofreciendo un nivel excelente. Andrés, Eslava, Israel y
Maikel suelen componer el habitual cuarteto de
retaguardia.
San Fernando llega a la liguilla como segundo de grupo,
tras ganar al Villa de Santa Brígida esta condición y la
plaza de Copa del Rey. Llega también sin presión y como
hambre de éxito de sus jugadores.