El tempranero y solitario gol de Luis
Enrique permite al Tuilla derrotar a un Langreo que no
encontró huecos en la muralla arlequinada de El Candín.
1.- C.D. TUILLA:
Gabri (3); Kike (3), Prendes (3), Borja Noval (4),
Cabranes (3); Piniella (3), Kike Fanjul (3); Sergio
Villanueva (3) (Cris Alonso (s.c.), min. 84), Ponte (3)
(Chema (s.c.), min. 77), Luis Enrique (4); y Villa (3).
0.- U.P. LANGREO: Adrián Torre (3); Pablo Acebal
(2), Fran No (2) (Joaquín Peña (s.c.), min. 84),
Castiello (3), Edu (2) (Jairo (s.c.), min. 84); Turzo
(2) (César (s.c.), min. 78), Nacho Calvillo (2); Damián
(2), Luis Nuño (2), Omar Sampedro (3); y Carlos de la
Nava (3).
ÁRBITRO: Cruzado Vicente, asistido por Seoane
Olivares y Fueyo Cubes, de la delegación de Oviedo. (3).
Mostró cartulinas amarillas a los locales Sergio
Villanueva, Ponte y Chuchi Collado (entrenador) y a los
visitantes Luis Nuño y Fran No.
GOL: 1-0. Minuto
2: Luis Enrique, al resolver un barullo en el área.
INCIDENCIAS: El Candín. Terreno de juego
sintético. Tarde de temperatura agradable y 700
espectadores, con abundante presencia de seguidores del
conjunto de Ganzábal. La mascota del Ecomuseo del Valle
de Samuño hizo las delicias de los niños antes del
inicio del encuentro.
Un solitario y
tempranero gol de Luis Enrique -a él se lo asignó el
colegiado- fue suficiente para que el Tuilla derrotara
en El Candín al Langreo y para que, de paso, los
arlequinados que dirige Chuchi Collado dieran un paso
más hacía su presencia en la promoción de ascenso, al
afianzarse en la cuarta plaza y colocarse a un único
punto de la tercera, ocupada por el conjunto de Ganzábal.
Muchos aficionados se perdieron el que fue único gol del
derbi, tanto que subió al marcador en el segundo minuto
de juego en una jugada que se inició con una apertura a
la banda derecha, ganándole Luis Enrique la espalda a su
par, Edu. El exterior local se adentró en el área y
buscó el gol con un disparo que repelió Adrián Torre. Al
rechace del meta fueron jugadores de ambos equipos y el
balón, tras golpear en la base del poste derecho de la
meta azulgrana, acabó traspasando la línea de gol con
cierto suspense. Tan embarullada fue la jugada que ni
los propios jugadores, y mucho menos los aficionados,
sabían quién acabó marcando. Las opiniones eran
encontradas. Unos decían que fue en propia meta y el
colegiado se lo dio a Luis Enrique.
Vaya por delante que el
tanto fue un ingrediente más para aderezar un derbi que
ya tenía de por sí muchos alicientes. Con mucho tiempo
por delante, el Langreo, que solo había perdido uno de
los 30 encuentros disputados con anterioridad, fue hasta
el descanso un equipo paciente, pasando a poner cerco a
la meta local en la continuación.
Con tácticas similares, Tuilla y Langreo buscaron
siempre diagonales de izquierda a derecha y de derecha a
izquierda buscando los locales a Ponte y Villa y los
visitantes, a Carlos de la Nava y a Luis Nuño. Sin
embargo, las ocasiones de gol, muy escasas, llegaban
casi siempre en acciones a balón parado, en saques de
esquina y de banda.
En el minuto 21, en un
saque de banda por la derecha de su ataque, Omar
Sampedro prolongó con el pie para la entrada de Nacho
Calvillo, que remató mordido un balón que atajó Gabri
sin problemas. La réeplica local llegó, en el minuto 34,
de la mano de 'Chicho' Villanueva, quien, tras
profundizar por la izquierda dio la impresión de dudar
entre golpear con fuerza el balón o intentar la vaselina
sobre la posición adelantada de Adrián Torre y no hizo
ni lo uno ni lo otro, pues finalizó la jugada con un
disparo suave que acabó en córner. La última ocasión del
primer período fue también para el Langreo, en cabezazo
de Carlos de la Nava muy cerca de la escuadra a la
salida de un córner.
La segunda mitad fue de clara iniciativa de un Langreo
que salió con la intención de darle la vuelta al
marcador, pero se topo con un ordenado Tuilla que,
buscando sus ocasiones a la contra, se defendió de
manera muy ordenada, anticipándose a las acciones del
rival y sin llegar a tener que cometer demasiadas.
Casi en la jugada inicial de la segunda parte se produce
una falta sobre Nacho Calvillo, a menos de un metro de
la frontal, perpendicular al marco, muy protestada por
los jugadores arlequinados, pero sin reflejo en el
marcador porque el lanzamiento de Omar Sampedro se
estrelló en la barrera.
Pocos minutos después,
aprovechando un despeje largo de la zaga, Villa hizo
trabajar Adrián Torre, portero que tendría unos
plácidos 45 segundos minutos y que, ya en la recta
final, en busca de que su equipo tuviera superioridad
numérica, fue el encargado de sacar las faltas que los
jugadores locales cometieron en las inmediaciones del
centro del campo.
Sin embargo, el Tuilla, que dio la impresión de tener
muy bien estudiado al Langreo, cerró bien huecos atrás
alejó una y otra vez los peligros que se cernían sobre
el portal de Gabri, que no fueron muchos, pues la
ordenada defensa 'dinamitera', en la que brillaron con
luz propia Prendes y, muy especialmente, Borja Noval, se
anticipaba una y otra vez al intento de remate de sus
rivales, siendo de destacar también el buen trabajo
realizado por la pareja de pivotes, Piniella y Kike
Fanjul, bien secundada por el constante batallar de
Ponte y Villa, que pelearon a brazo parido con Fran No y
Castiello.
El caso es que los
minutos pasaban el marcador no se movía, por lo que
Hernán Pérez optó por introducir cambios, que tampoco
cambiaron las cosas.
En definitiva, el Tuilla, que protagonizó una numantina
defensa, acabó llevándose el gato al agua y dando un
paso de gigante para disputar una vez más la promoción
de ascenso, mientras que el Langreo pierde un poco más
de comba con los dos primeros y se ve acosado por su más
encarnizado rival de un tiempo a esta parte.
En la próxima jornada, el Tuilla vistará el domingo al
Lugones, encuentro programado para las 17.30 horas, en
tanto que el Langreo recibirán en Ganzábal (18.30) al
Ceares, partido a celebrar también el domingo.
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