El fútbol base está evolucionando en todos los
aspectos: más y mejores material, mejores instalaciones, entrenadores
y árbitros mejor formados... pero el
comportamiento de los padres y madres empieza a
ser, en algunos casos, un quebradero de cabeza
para los clubes.
El
sábado 4 de marzo, un partido de 3ª Prebenjamín entre
el Xeitosa "B" y el Manuel Rubio "B" (9-2) tuvo que ser
suspendido durante tres-cuatro minutos para que la grada
se tranquilizase y permitiese seguir el partido entre niños
de 7 y 8 años.
Dos
madres, una de cada equipo, se enzarzaron en una
discusión por el comentario que había realizado una
sobre el hijo de la otra. Y es que, muchas veces, madres
y padres pierden la noción de que están en un partido de
niños.
El
partido se reanudó y a la finalización, tuvo que
intervenir la Policía Local -avisada durante el partido-
para finiquitar una trifulca que no pasó de intercambios
de impresiones y empujones entre padres/madres.
Tanto el Xeitosa como el Manuel Rubio censuran lo
sucedido y ya han hablado con los padres y madres del
equipo, de que esto no puede volver a suceder, y viendo
que en ambos casos son conscientes de la magnitud de lo
sucedido.
Brito, presidente del Xeitosa, no quiere "ni recordarlo,
me baja muchísimo la moral. Lo pasé muy mal por los
niños, yo estoy aquí para que se diviertan, y
lo contrario no me gusta", y afirma que "nos tiene que
caer la cara de vergüenza, algo estamos haciendo mal en
general". Brito cree que "esto no puede volver a
ocurrir, nadie está libre de nada, porque si insultan a
tu hijo se te pueden cruzar los cables... pero estas
cosas generan un momento de sufrimiento a los niños.
Debemos recapacitar todos". Después de 40 años Brito
asegura estar planteándose "dejarlo todo, esto me ha
afectado mucho". El dirigente del Xeitosa, se queda
con una imagen, "al final del partido había un guaje
llorando, y eso me dio mucha rabia"; y visto lo
sucedido, se arrepiente de "no haber cortado por lo sano
y haber echado a la gente fuera y jugar el partido a
puerta cerrada, pero la cosa se calmó y no quise hacer
pagar a justos por pecadores".
Casimiro, vicepresidente del Manuel Rubio, que también
lleva ligado varias décadas al fútbol base, lamentó lo
sucedido y se muestra molesto con que haya ocurrido esto
porque "al principio de temporada siempre hago reuniones
con entrenadores y jugadores para evitar este tipo de
incidentes. No puede ser que en un partido de niños
ocurra esto, los jugadores estaban más pendientes de la
grada que del partido". Casimiro ya mantuvo una reunión
con los entrenadores y con los padres del equipo y "les
advertí de que esto no puede volver a suceder, no es
reincidente, son buena gente y en un momento dado todos
perdemos los papeles".
Esperamos que estos incidentes, que anteriormente eran
de aficionados contra los árbitros y que,
afortunadamente, cada vez se producen en menos
ocasiones, no se trasladen a la grada y que impere el
respeto y el sentido común, que en esta ocasión fue el
menos común de los sentidos.