Se
nos ha ido Benja. Fatal noticia, la que nos dejó el
cuarto domingo de enero. Producto genuino de la
cantera del Ensidesa –ingresaba en el club granate
en primer año alevín, con 11 años, en la temporada
1978-1979–, era uno de esos extremos que fueron
desapareciendo a la vez que aquellas sinuosas líneas
de cal que frecuentaban a velocidad de vértigo,
siempre a la caza del balón largo que terminaba de
rematar el nueve de turno. De complexión muy menuda,
eléctrico, velocísimo, personificaba el fútbol que
más atraía al espectador
Integrante de
las plantillas de alevines, infantiles y juveniles
en las cuatro últimas temporadas del club
siderúrgico, José Benjamín Alonso Alonso (Avilés,
15-09-1966) vivió de lleno la transición que el
fútbol avilesino experimentó en 1983. En el primer
equipo del club surgido de la unión entre los
extintos CD Ensidesa y Real Avilés CF, debutó el 9
de septiembre de 1984, fecha para la historia por la
huelga que motivó la presencia de los juveniles del
Real Avilés Industrial en Figueras, donde los
profesionales del Alto Ampurdán perpetraron un
infanticidio en forma de escandaloso marcador, 10-2.
El primero de los dos imberbes goles era obra de
Benjamín, ejecutor desde el punto de penalti. Tras
una breve cesión en el Navarro, José Ramón Fuertes
le incluía, ya de facto, en miembro del primer
plantel realavilesino 1985-1986. El Servicio Militar
le alejaría por completo de la actividad deportiva
durante la siguiente temporada, para, a su regreso,
firmar por el Narcea 1987-1988, integrante de
Preferente, misma categoría que afrontaba en los
campeonatos siguientes con Cultural Llanera y Candás.
Se retiraría muy joven, con 22 años, defendiendo la
camiseta del representativo de Carreño, tras lograr
el título de campeón y el ascenso a Tercera
División.
Benjamín
siempre será recordado por su bonhomía y sentido del
humor, además de su memoria para ubicar
milimétricamente a sus compañeros más ancestrales.
Una de sus típicas respuestas era al modo de “…
Fulanito no estaba en el Alevín B, sino en el C…“.
El fútbol le
dejó una retahíla interminable de amigos. Con
algunos seguía manteniendo una estrecha amistad,
como Álvaro Viña, Juanjo Arniella (10 temporadas
juntos) o Ángel Herrero, su entrenador de cabecera,
a cuyas órdenes estuvo en las etapas de infantil y
juvenil, así como en Llanera y Candás.
Recuerdo en la
última conversación que pude mantener con él, hace
escasos meses, la gran ilusión que le produjo la
fotografía que ilustra estas líneas. En Lleida, José
Ramón Fuertes le alineó por sorpresa, tanto que el
encargado del material, Quique Santos, se equivocó
en la elección de botas e introdujo en el cesto las
del gallego Nando López, que no viajaba. Aún así,
Benjamín jugó los 90 minutos y colaboró en el empate
cosechado en el Camp D’Esports.
Entre sus
muchas anécdotas, rememoramos una mantenida con el
inefable entrenador mierense. A falta de tablets o
pizarras imantadas, José Ramón Fuertes utilizaba
monedas de duro para representar en la táctica a
cada jugador, menos a uno, Benjamín, que le espetaba
“¿Míster, por qué conmigo utiliza la moneda de
peseta?”.
Benjamín
Alonso, tras el gallego Suso Insua, en 2010, y el
marbellí Cristian Sánchez, en 2014, es el tercer
jugador que fallece del casi medio millar que
vistieron la camiseta del actual Real Avilés en sus
casi 34 años de historia.
Benja, descansa en paz.
Lérida, Camp D’Esports, 8 de diciembre de 1984. El
Real Avilés Industrial iguala (1-1) ante la UE
Lleida con este equipo. De izquierda a derecha, de
pie: Juan Carlos Pérez, Nacho Pérez, Quico Álvarez,
Fali Yebra, Juan Valdés y Tomás Castro; agachados:
BENJAMÍN ALONSO, Jesús Martín, Suso Insua, Juanma
Suárez y Blas García.
Foto aportada por el periodista lleidatá Dani Badía.
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