El gallego Marcos Remeseiro desequilibró el
partido en el último suspiro. El Covadonga
plantó cara y mereció puntuar en El Requexón.
2.- REAL OVIEDO B:
Alfonso (3); Jaime Serrano (2), Prendes (2),
Josín (2), Lula (2); Álvaro Casas (s.c.) (Jimmy
(2), min. 15); Lucas (3), Edu Cortina (2) (Rober
(s.c.), min. 87), Ánder (2), Marcos Remeseiro
(3); David Álvarez (3) (Steven (2), min. 65).
1.- C.D. COVADONGA: Aitor (2); David
González (2), Aitor Ferrero (2) (Ángel (2), min.
65), Negredo (2), Mikel (2); Fidalgo (3), Mario
(2), José Luis (2); Diego (3), Fredo (2) (Font
(2), min. 59), Jandro (3).
ÁRBITRO: González Suárez, asistido en las
bandas por Granda Barros y Barriga Morente, de
la delegación de Avilés. (2). Amarillas a los
locales Alfonso, Prendes, Josín y Ánder y a los
visitantes Negredo, Aitor Ferrero, Mario y
Diego.
GOLES: 1-0. Minuto 48:
Lucas. 1-1. Minuto 61: Jandro. 2-1. Minuto 89:
Marcos Remeseiro.
INCIDENCIAS: El Requexón. Campo nº 1.
terreno de juego de hierba natural en buen
estado. Alrededor de 250 espectadores. Se jugó
con luz artificial desde las 18.00 horas.

Un gol del gallego Marcos
Remeseiro, a un minuto para cumplirse el tiempo
reglamentario, decantó el derbi de rivalidad
local del lado del Oviedo B, equipo que se
encontró con un Covadonga bien distinto al del
2-7 de la pasada jornada ante el Real Avilés.
Hubo que esperar a la continuación para que
llegaran los goles, pese a que ambos conjuntos
dispusieron de buenas ocasiones en los primeros
45 minutos.
Las dos primeras fueron para los locales en los
minutos siete y ocho y en acciones en las que
fue protagonista un incisivo David Álvarez. En
la primera, tras pugna con el central Aitor
Ferrero, el disparo del jugador del filial fue
atajado por el otro Aitor del 'Cova', su
guardameta, protagonista también la jugada
posterior al despejar el disparo de Marcos
culminando una jugada que nació en un buen pase
de Jaime Serrano para David Álvarez, que fue
quien asistió al gallego.
La primera llegada del Covadonga se produjo en
el minuto diez, cuando Diego remató fuera un
servicio desde la banda de Jorge Fidalgo.

El juego fue alterno hasta
que, ya en la recta final de la primera parte,
los visitantes se hicieron con el dominio y
dispusieron de una inmejorable ocasión para
ponerse por delante en el minuto 41, cuando
Jandro, aprovechando un rechace de la zaga,
buscó la escuadra de la meta de Alfonso con un
duro disparo desde fuera del área que no se
convirtió en gol porque el portero oviedista
tocó el balón lo justo para que fuera repelido
por la cruceta.
La segunda parte resultó bastante más
entretenida, quizás porque el Oviedo B consiguió
inaugurar muy pronto el marcador. Corría el
minuto 48 cuando Lucas, en jugada de David
Álvarez, con centro atrás que remató Ánder y no
atajó Aitor, aprovechó el balón suelto para
marcar desde cerca.

No bajó la guardia el
Covadonga y el central Aitor Ferrero dispuso de
una buena ocasión para empatar al cabecear
fuera, libre de marca, una falta cuando corría
el minuto 59. Dos después, rematando sobre la
marca un envío de Diego desde la banda derecha,
Jandro igualó para el conjunto que dirige Fermín
Álvarez, tras lo cual el choque entró en una
fase de dominio alterno con llegadas de unos y
otros que supusieron algunos saques de esquina
que no tuvieron reflejo en el marcador.
En las postrimerías, dio la impresión de que el
Covadonga se conformaba con el empate más que el
filial oviedista y, en el minuto 86, los azules
dispusieron de una ocasión por partida triple en
una falta que no acertó a blocar Aitor quien,
sin embargo, acertó a repeler los disparos de
Steven, Josín y Jaime Serrano cuando el gol
parecía inevitable.

Sin embargo, tres minutos más
tarde, en una jugada con menos peligro aparente,
Marcos recibe un balón, profundiza unos metros
por la izquierda encargando la portería de Aitor
y consigue batir a éste desde muy cerca con un
durísimo disparo que se cuela entre el poste y
el guardameta visitante, gol, que supuso el
definitivo 1-2 y que supone para el filial
romper una mala racha de dos derrotas
consecutivas y para el 'Cova' elevar a tres el
número de derrotas seguidas y alejarse de los
puestos de promoción.
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