Nuevo Carlos Tartiere. Terreno de juego en
regular estado. 14.618 espectadores, según
fuentes oficiales.
El
Real Oviedo suma y sigue. El conjunto de Fernando
Hierro se impuso en un partido igualado ante un Rayo
que solo generó peligro a balón parado,
especialmente aprovechando la envergadura de Manucho.
Los goles de Linares, en la primera parte, y de
Toché de penalti, en la segunda, permiten a los
azules coger un balón de oxígeno y aproximarse a los
puestos de playoff.
Hierro apostó por la misma idea que en los últimos
partidos, hacer fuerte al equipo por dentro aunque,
nuevamente, con algunas variaciones en el once
respecto a la jornada anterior. Edu Bedia y Óscar
Gil, que no estuvieron acertados hace una semana
ante el Numancia, se fueron al banquillo para dar la
alternativa a Jon Erice y a Héctor Verdés.
Enfrente estaba un Rayo tocado por las numerosas
bajas por lesión que está acusando el conjunto
madrileño en las últimas jornadas. Los de José Ramón
Sandoval sufrieron el arranque de un Oviedo
enchufado, que salió decidido a marcar pronto para
no sufrir los problemas de jornadas anteriores.
En este intenso inicio de los azules, Linares tuvo
la primera ocasión del partido, tras un gran centro
de Fernández desde la derecha que el ariete remató
contra el cuerpo de Toño, que envió el balón a
córner.
El Oviedo presionaba fuerte al
Rayo que tardó un cuarto de hora en entrar en el
partido, pero lo hizo con un buen susto que pudo
costar caro a los azules. Corría el minuto 18 cuando
una falta botada por Piti, que monopolizó casi todas
las acciones a balón parado de los rayistas, fue
tocada de cabeza en el área por Manucho para que,
posteriormente, Galán introdujese el esférico al
fondo de la red. Pero el asistente había levantado
la bandera y el colegiado anuló el gol por fuera de
juego.
El partido se fue igualando, con
mucho centrocampismo, el Oviedo volvía a ofrecer su
versión más espesa de juego y el Rayo únicamente
generaba peligro a balón parado, con un peligroso
Manucho que no estuvo acertado de cara a gol pero
generó incertidumbre en la zaga azul, especialmente
durante la primera mitad.
El Rayo poco a poco se fue
animando pero dejaba huecos atrás, un buen robo del
conjunto carbayón permitió a Michu realizar un pase
rápido entre los centrales rayistas, por donde
apareció Linares, que tras controlar el balón se
adentró en el área, supo aguantar tras la carga de
Amaya que trató desestabilizarle y consiguió batir
de disparo raso a Toño para inaugurar el marcador en
el minuto 37.
Pero antes del descanso, el Rayo
volvería a intentarlo con dos llegadas a balón
parado. Ambas después de dos saques de falta de Piti
tocadas, de nuevo, por Manucho. En el primera, el
angoleño cabeceó en plancha libre de marca pero
atajó sin problemas Juan Carlos. En la segunda, el
ariete cabeceó al segundo palo y Trashorras, en boca
de gol, de nuevo mandó el esférico a las manos del
meta carbayón.
En la segunda mitad el Rayo salió
decidido a buscar el empate. Pero el Real Oviedo
supo cerrar los huecos que conducían a la portería
de Juan Carlos, que nuevamente solo sufrió a balón
parado, con otro gol anulado a Galán por fuera de
juego.
Sin embargo, sería el equipo de Hierro el que
volvería a golpear. Erice envió un balón en largo a
la frontal del área para Michu, que fue derribado
por Michu sobre la línea y el colegiado señaló la
falta dentro de la zona de castigo. El penalti fue
transformado por Toché que llevó por fin la
tranquilidad para un Tartiere poco acostumbrado esta
temporada a no sufrir con su equipo.
El conjunto de Hierro, con el 2-0
en el marcador, tuvo la personalidad que le faltó en
partidos anteriores para mantener la ventaja y
certificar una victoria que les hace acercase a los
puestos de play off de ascenso, tras conseguir siete
puntos de los últimos nueve en juego.