Los luanquinos fueron superiores y se adelantaron por mediación de Pablo Hernández. En el 91', un desajuste defensivo, dio lugar al empate del pichichi catalán Boris Garrós.

1						-		1
Club Marino de Luanco							C.F. Gavà
Nº	Jugadores	A	R	C	G	P	Nº	Jugadores	A	R	C	G	P
1	Davo					2	1	Eric Alcaraz	65				2
2	Pablo Suárez					3	4	Pujol					2
5	Samuel					3	2	Cazorla			70		2
6	Boris					3	5	Jaime Hernández			66		2
3	Guaya					3	7	David Jimenez					2
4	Espolita					3	6	Plá					3
10	Roberto Suárez					3	8	Iu			46		2
9	Riki	68		69		3	3	Roger					2
8	Geni	84				4	10	Nico Kata	92				3
7	Dani López					3	11	Raillo					2
11	Pablo Hernández			84	29	4	9	Boris Garrós				91	3
BANQUILLO							BANQUILLO
12	Álvaro Viña			84		sc	12	Dani Iglesias			70		2
13	Dani Laviana (PS)						13	Sergi Aguilar (PS)
14	Borja						14	Marco
15	José Ángel						15	Joel			46		3
16	Capelete			69		3	16	Cano	92	92	66		3
ENTRENADOR							ENTRENADOR
Blas García							Juanma Pons
Goles:		1-0 m. 29 Pablo Hernández; 1-1 m. 91 Boris Garrós.
Árbitro:		Casanova Cudeiro, asistido por Mazaira Rodríguez y Pérez Dapia. Colegio Gallego (3). Expulsó al segundo entrenador del Gavâ, Manuel Rueda (92').
Incidencias:		Miramar. Unos 800 espectadores. Césped en aceptable estado. Tarde nublada, con lluvia por momentos. Partido de ida de la primera eliminatoria por el ascenso a 2ªB. Antes del comienzo del encuentro, la hija de Avelino García Artime, utillero del Club Marino recientemente fallecido, recibió una placa en señal de reconocimiento.

El Marino fue mejor que el Gavá, pero el marcador final no lo reflejó así. Los de Blas García tuvieron la baja de última hora de Omar Sampedro, aquejado de gastroenteritis. Los luanquinos mostraron su mejor versión, pelearon todos los balones y Pablo Hernández, al filo de la media hora, logró el 1-0. El Gavá, que seguramente tendrá más recursos que los exhibidos en Miramar, se llevó un buen resultado, para el rendimiento ofrecido, de cara al partido de vuelta. Cuando el Marino buscaba el segundo gol, llegó un error y el goleador Boris Garrós no perdonó y estableció la igualada.

Las precauciones lógicas por el desconocimiento entre equipos duró poco. Los jugadores del Marino se soltaron pronto y comenzaron a mandar, ante un rival que sorprendió con su posicionamiento, al parecer habitual para ellos. Tres centrales, ayudados por Plá, dos carrileros David y Roger y dos delanteros por delante de Kata, como Raillo y Boris Garrós. El sistema no les funcionó y por ello corrigieron tras el descanso, poniendo una defensa de cuatro hombres y dándole, a todo, un sentido más adecuado a las circunstancias que exigía el juego.

Pronto se vio la endeblez defensiva de los catalanes y la inseguridad que transmitía el meta Eric Alcaraz. Los disparos fuera de Riki y Dani López y un par de salidas defectuosas del meta forastero eran el preludio del 1-0. El Marino movió el balón con criterio. Geni tocó a Dani López y el centró de este, lo empujó Pablo Hernández, desde dentro del área pequeña. La alegría se desató con un gol que premiaba el mejor hacer de los azules. En toda esta primera mitad, los locales evitaron las llegadas del Gavá y solo un disparo de Kata que rebotó en su compañero Raillo, merece ser reseñado.

Tras el descanso, Juanma Pons pasó a utilizar una defensa de cuatro hombres y Joel se emparejó con Dani López. Mejoró algo el Gavá y Davo detuvo un disparo de Plá. En el 59, Geni cabeceó al larguero y posteriormente, Pablo Hernández remataba fuera. A los 68 minutos, el propio Pablo Hernández que realizó un buen partido y un gran derroche físico, era agarrado en su carrera por Pujol, sin que el joven árbitro orensano, Casanova Cuideiro viese acción punible.

El exponente goleador de los catalanes, Boris Garros apareció pocas veces y en el 79 lo intentó con una chilena que detuvo Davo. Las sensaciones generales hacían creer que podía llegar el segundo gol del Marino, y precisamente esa ambición fue la antesala del 1-1. Dani López botó una falta a pierna cambiada y Geni no llegó por poco. Eric sacó rápido, Guaya despejó al medio, Cano jugó sobre Boris Garrós, que con un gran control orientado se coló en el área para batir a Davo. Un empate que dejó con cara de circunstancias a los luanquinos.

Luego llegó la expulsión de Cano, por doble amarilla, la segunda por aplaudir al colegiado y Nico Kata mostró sus malas maneras enfrentándose a los rivales, al árbitro, al línea y al público.

Cierto es que quedan los noventa minutos de Gavá, el próximo sábado, pero en este primer asalto de la eliminatoria, el Marino regaló un empate. Con algo más de acierto y un poco más de suerte, los de Blas García deberían de haber viajado con un marcador más cómodo.

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