El Real Oviedo volvía a disputar la Copa del Rey
juvenil trece temporadas después; lo hacía
visitando al campeón del grupo 2º, un Athletic
de Bilbao que ganó de forma holgada la liga,
seguido por el Antiguoko de San Sebastián, que
se medía al Real Sporting.
Alejandro Rodríguez formó prácticamente con el
once de gala y la única sorpresa era la
presencia del cadete maliayo Fran en el lateral
zurdo, que ya disputó los últimos partidos de
liga con el equipo.
Los azules entraron bien al partido y Steven
aprovechó una peinada tras un saque de esquina
para cabecear el balón a la red, libre de marca
desde el segundo palo. El Athletic reaccionó
bien y se hizo dueño del partido, dándole la
vuelta al marcador antes del descanso con tres
goles, el primero tras una internada por la
derecha que culminó Nolaskoain con un buen
disparo desde la frontal, el segundo llegó acto
seguido por mediación de Iñigo Vicente, tras un
buen pase de Sillero, anotando el tercero desde
los once metros, al cometer penalti el capitán
azul sobre Valiño.
La primera media hora de la reanudación se
desarrolló en la parcela central, el marcador no
se movía y parecía que el partido podría acabar
con el 3-1, pero el choque entró en una fase de
locura en los minutos finales. Fran fue
expulsado en el minuto 84 por agarrar a un
jugador local en una contra. En la siguiente
jugada, y contra todo pronóstico, Viti culmina
una gran jugada personal por la derecha y anota
el 3-2.
Cuando mejor lo tenían los carbayones para traer
un buen resultado de cara al partido de vuelta,
llegó el 4-2 tras una falta lateral mal
defendida que remató Nolaskoain sólo en el
segundo palo. Larrayoz anotó el quinto en una
contra por la derecha y Steven, de penalti, tras
un pase atrás de Isma, estableció el 5-3
definitivo.
El Athletic se mostró
superior ante un Oviedo que acusó el
desbarajuste de los minutos finales tras la
expulsión. Los azules están obligados a ganar de
dos goles para conseguir el pase a los cuartos
de final.