El año 2015
en el Caudal Deportivo podría catalogarse como
un año en el que el conjunto mierense ha ido de
menos a más. Una primera parte del año,
marcada por un proyecto deportivo construido
aprisa y corriendo para regresar en un año a 2ªB.
Sin embargo durante todo el verano se estuvo más
pendiente de recuperar la plaza perdida en el
campo en los despachos. Esta zozobra no empezó
bien, y tal como dice el refrán, no acabó mejor.
Con Pablo Lago a
los mandos de una plantilla que por nombres
estaba destinada a comandar la categoría, no se
logró el primer puesto ni el ascenso, acabando
la temporada en fracaso deportivo. Después una
segunda
logrando números y marcas de auténtico
campeón, con Iván Ania a los mandos de la nave
caudalista en un nuevo proyecto que domina
actualmente la categoría con mucha autoridad.
El Caudal
comenzaba el año 2015 como segundo clasificado
de Tercera. Siete puntos por detrás del líder
por entonces,
un intratable Condal que desde el comienzo de la
competición abrió brecha con todos sus
perseguidores. Una segunda plaza que le había
arrebatado al Tuilla en la última jornada del
año 2014. Las críticas de la afición caudalista
eran cada vez mayores a lo que se veía en el
campo. Muy descontenta con el estilo de juego
planteado por Pablo Lago, era bastante habitual
oír críticas y silbidos en momentos puntuales al
equipo mierense en los partidos del Hermanos
Antuña.
Sin embargo en
el vestuario era distinto y el equipo proyectaba
una imagen de unión absoluta, convencidos de
lograr el objetivo. En el mes de Abril el
Caudal había conseguido reducir la distancia con
el Condal, llegando a estar empatados
–aunque con el Condal por delante por gol
average- ambos con ochenta puntos con tres
jornadas por disputarse.
Pero una
derrota a domicilio en el José Antonio Álvarez
Rabanal frente al CD Covadonga, y la victoria en
Santa Cruz frente al Gijón Industrial de los de
Noreña les dio la oportunidad de asegurar el
título de la categoría la siguiente semana
frente al filial realvilesino, y los noreñenses
no lo desaprovecharon, proclamándose campeones
del grupo. Eso condenaba al Caudal al segundo
puesto y a tener que vencer en tres
eliminatorias si quería ascender.
Los
de Pablo Lago no superaron ninguna. Quedaron
emparejados con el Haro Deportivo, cuarto
clasificado en el grupo riojano. Tras el empate
a cero en tierras riojanas
el Caudal cayó en los penaltis en el
encuentro de vuelta. Fue un encuentro que
denotó todos los males acumulados por el Caudal
durante toda la temporada: falta de fluidez
y velocidad en el juego; posesión lejos de zonas
de peligro y excesivo individualismo.
La primera
medida de la eliminación fue la no renovación de
Pablo Lago como técnico caudalista y la llegada
pocos días después de Iván Ania a Mieres tras
dejar el Real Oviedo, donde había llevado al
filial carbayón a los play-offs de ascenso. La
plantilla también sufrió una reestructuración
importante.
Se
rejuveneció y asturianizó la plantilla
al no contar con los servicios de casi todos los
jugadores de fuera de la región que habían
militado en el equipo. Al equipo llegaron
baluartes de la categoría como Jaime, Damián o
Llerandi. Que se unieron a los diez jugadores
renovados, a los jóvenes Chechu Grana y Javi
Gutiérrez llegados del juvenil del Real Sporting,
o Pelayo e Iván Fdez, del Covadonga y filial del
Real Oviedo, y a otros fichajes como el del
canario ex–Langreo u Oviedo Annunziata, o el
caboverdiano Samir, que abandonaría el club
pocos meses después por la falta de minutos. Más
tarde debido a la retirada de Jano y la lesión
de Saavedra llegarían el ex–oviedista Lucien
Owona, del Villanovense, y Emilio Morilla,
cedido por el filial azul.
La pretemporada
y las primeras jornadas ya denotaban que el
Caudal de Iván Ania era radicalmente distinto al
de Pablo Lago. El técnico ovetense buscaba
mucho más protagonismo con el balón y que su
equipo buscase siempre el gol, mostrando una
alta intensidad los noventa minutos del partido.
El
equipo era eficiente en ataque, venciendo en
hasta la fecha en dieciséis de dieciocho
encuentros disputados, y en defensa, donde la
cifra de un único gol encajado –en la única
derrota frente al Real Avilés- habla por sí
misma. El Caudal se hizo con el liderato en la
tercera jornada, lo perdió en la quinta tras
caer frente al Real Avilés y lo recuperó en la
octava tras vencer al Ceares en el Hermanos
Antuña.
Desde ese 11 de
Octubre el Caudal no ha caído del primer puesto
desde entonces una marca de nueve victorias y un
empate. Esos veintisiete puntos de treinta
posibles le han proporcionado una ventaja de
seis puntos con su inmediato perseguidor, el
Real Avilés, que entrena el anterior inquilino
del banquillo caudalista, Pablo Lago. Además de
proclamarse campeón de invierno con una jornada
aún por disputarse de la primera vuelta.
El 2016, con la
unión en todos los estamentos del club
recuperada, puede ser otro gran año para el
Caudal Deportivo. Salvo una alarmante caída del
equipo de Iván Ania, lo normal es que se
clasifique para los play-offs de ascenso y
compita por lograr de nuevo un ascenso a 2ªB.
Categoría, la de bronce, que perdió hace año y
medio y para la que actualmente es uno de los
más claros candidatos de todo el país a
recuperarla.