Los azules se llevaron el partido tras el descanso, y continúan
a la caza del Racing de Santander, tercer clasificado.
3 |
- |
1 |
Real Oviedo |
E.D. Val Miñor |
Nº |
Jugadores |
A |
R |
C |
G |
P |
Nº |
Jugadores |
A |
R |
C |
G |
P |
1 |
Nacho |
|
|
|
|
2 |
1 |
Berto |
|
|
|
|
2 |
2 |
Pablo |
|
|
|
|
3 |
2 |
Antón |
|
|
|
|
3 |
3 |
Bermúdez |
|
|
|
|
2 |
3 |
Iago |
|
|
|
|
2 |
4 |
Fran |
|
|
|
|
3 |
4 |
Marcos |
|
|
|
24 |
3 |
5 |
Edu Cortina © |
|
|
82 |
60 |
3 |
5 |
Isi © |
45 |
|
75 |
|
3 |
6 |
Davo |
|
|
|
|
2 |
6 |
Brodis |
|
|
|
|
1 |
7 |
Viti |
|
|
|
14 |
4 |
7 |
Nico |
|
|
|
|
3 |
8 |
Jaime |
|
|
|
|
3 |
8 |
Santi |
|
|
75 |
|
3 |
9 |
Ibrahim |
|
|
69 |
|
2 |
9 |
Edu |
90 |
|
|
|
1 |
10 |
Asier |
|
|
76 |
|
3 |
10 |
Pitu |
|
|
68 |
|
2 |
11 |
Jorge |
|
|
70 |
|
3 |
11 |
Marco |
|
|
53 |
|
1 |
BANQUILLO |
BANQUILLO |
12 |
Vicente |
|
|
76 |
82 |
3 |
12 |
Javi |
|
|
68 |
|
3 |
13 |
Carlos (p.s.) |
|
|
|
|
|
13 |
Anxo (p.s,) |
|
|
|
|
|
14 |
Dani Corgo |
|
|
82 |
|
sc |
14 |
Montes |
|
|
53 |
|
2 |
15 |
César |
|
|
69 |
|
2 |
15 |
Barros |
|
|
75 |
|
2 |
16 |
Alvaro |
|
|
70 |
|
3 |
16 |
Raúl |
|
|
75 |
|
|
ENTRENADOR |
ENTRENADOR |
Hernán Pérez |
Alejandro Villar |
Goles: |
1-0 m. 14, Viti; 1-1 m. 24, Marcos; 2-1 m. 60, Edu
Cortina (p.); 3-1 m. 82 Vicente. |
Árbitro: |
Carbajales Gómez (Delegación de Oviedo) auxiliado
por Mata Areces y González Díaz |
Incidencias: |
Campo 1 de las Instalaciones Tensi. Sintético. Unos
100 espectadores, con presencia de seguidores
visitantes. |
El duelo de División de Honor entre el Real
Oviedo y la pontevedresa Escuela Deportiva Val Miñor se decantó
al final a favor del equipo que mejor supo rentabilizar sus
opciones, en un partido trabado en ocasiones, abierto en otras,
pero sin dueño claro en buena parte del encuentro. El Real
Oviedo estuvo espeso en la primera parte, flojeando en defensa y
concediendo un gol cuando menos rocambolesco a los de Nigrán,
para luego rehacerse en el segundo tiempo, sobre todo a raíz de
los cambios introducidos. Frente al Real Oviedo, un Val Miñor
que nunca se dio por vencido, que presionó, que sobre todo en la
primera parte ganó buena parte de los balones divididos y que
estuvo muy atento a los desplazamientos en largo de los azules.
Tras unos minutos de toma y daca constante,
con idas y venidas del balón pero sin ocasiones claras, vino el
primer gol carbayón. Ibra -hoy muy marcado, más apagado y menos
definitorio- se internó por banda derecha, tiró a puerta con
poco ángulo, repelió un defensa, y el rechace cayó a pies de
Viti, una vez más sobresaliente, inmenso, si se permite el
término. La “perla” de la cantera del Requexón no desaprovechó
el “regalo” de los gallegos y remachó a placer.
Viti era la pesadilla del Val Miñor;
saliendo desde atrás como una flecha, polarizando el juego de
ataque de los azules, rápido, desbordante. Solo dos minutos
después, un contragolpe llevado (cómo no) por Viti, llegó a pies
de Ibra. Si el atacante hubiese abierto a Asier, mejor colocado,
quizás hablaríamos de otro resultado, pero Ibra se empachó de
balón y lo mandó fuera, desviado.
Pero los de Hernán no estaban del todo
finos, y menos en defensa, donde concedían balones peligrosos a
los de Alejandro Villar. Poco a poco el Val Miñor se dejaba ver
en ataque, y los locales tenían que emplearse a fondo para
despejar el peligro. Pero no lo lograron en el minuto 24. Córner
a favor de los pontevedreses, y el balón llega al central
Marcos, quien aprovechando su altura, conecta un cabezazo al
borde del área pequeña, y consigue el empate. Nada raro, si no
fuese porque tal cabezazo lo dio de espaldas a la
portería, y sin oposición de la defensa carbayona. Con este 1-1
se llegó al descanso, no sin dar otro susto el equipo gallego en
una internada de Santi, que muy escorado, no acertó a batir a
Nacho pese a estar prácticamente solo.
La segunda parte ofreció más de lo mismo. El
Real Oviedo seguía atascado, colgando balones muy previsibles en
ataque, y sin crear ocasiones claras. Por su parte, el Val Miñor
presionaba bien el centro del campo local y hacía que los
balones llegasen con cuentagotas a Viti, Jorge o Ibra. Pero
sería este último -Ibra- quien “desatascaría” el partido al ser
objeto de penalti, claro pero en una jugada en la que no se
atisbaba peligro. Edu pondría el 2-1 en el marcador desde los 11
metros.
Este resultado, lejos de asentar a los
locales, convirtió el partido en un correcalles durante unos
minutos en los que el Val Miñor tiró de casta para forzar un
nuevo empate. Pero mediada la segunda parte, las entradas de
Vicente por Asier, de César por Ibra -lesionado tras una fuerte
entrada- y sobre todo la de Álvaro por Jorge, terminaron de
decantar el juego a favor del Real Oviedo. Alvaro, impecable,
consiguió liberar a Bermúdez de trabajo en banda, y entre los
dos crearon una sociedad que acabó siendo letal para los
gallegos. Así, a 8 minutos del final, una gran jugada de Álvaro
por la izquierda terminó en un centro medido que encontró la
cabeza de Vicente. El delantero envió la pelota al segundo palo
y puso el 3-1 en el marcador, en una de las mejores jugadas del
partido, y en la que sería la puntilla para un aguerrido Val
Miñor.
De ahí al final, juego de control por parte
local, limitándose a tener controlados a los jugadores
pontevedreses, quienes terminaron por diluirse en ataque. El
resultado puede considerarse justo en cuanto a que ganó quién
llegó más y con más peligro, pero el Real Oviedo -salvo
excepciones- no tuvo esta vez uno de esos partidos de
inspiración y buen juego a los que nos tiene acostumbrados.