El técnico gijonés
rectifica su
discurso del sábado,
indicó que era
necesario decirlo
pero aseguró que
continuará en el
Avilés.
Josu Uribe escogió
la mañana del Día de
Reyes para dar una
rueda de prensa en
el Hotel Zen
Balagares donde
retiró la amenaza de
dimisión que expuso
en la peculiar
comparecencia tras
la derrota ante el
Compostela. El
gijonés salió muy
enfadado a la rueda
de prensa
post-partido y envió
duras críticas a los
nuevos y anteriores
gestores, a los
medios de
comunicación y a su
propio jugador,
Rubén González, al
que tildó de
"desconocido, un
chico que viene de
la Tercera madrileña
del equipo colista".
Uribe indicó el
sábado que "en estas
condiciones, con
nosotros no contéis.
Yo no me veo con
fuerza para poder
continuar", la
mismas parecen no
haber cambiado,
aunque el técnico ha
dado un paso atrás a
su amenaza de
dimisión.
El aún entrenador
del Real Avilés,
indicó que "han sido
dos días muy
complicados" y que
"lo del sábado
estaba meditado y
era necesario. Me
ratifico en muchas
cosas de las que
dije y pido a la
gente del club
soluciones para que
esto camine".
El gijonés encontró
respuesta a sus
declaraciones el
domingo, Clarkson
declaró a TPA que
"Uribe no es el
jefe, él sabe quien
es el jefe y tiene
mi teléfono". La
réplica la puso esta
mañana Uribe, "Clarkson
acaba de llegar
aquí, no le pido que
saque la chequera,
pero sí un respeto
profesional y una
plantilla
competitiva" y es
consciente de que
"al jefe no le gustó
lo del sábado, pero
era necesario".
Uribe zanjó su
posible salida, "no
me quiero marchar
del Avilés, pero
quiero que el club
de un paso
adelante". El
entrenador
realavilesino es
optimista con la
posible llegada de
Ito y Álex Arias
"están ilusionados
con volver al Avilés
y ahora queda que se
pongan de acuerdo
los clubes".
Habrá que esperar la
respuesta de
Clarkson y ver si
acepta la nueva
postura del técnico
gijonés, o por lo
contrario se sucede
un cambio en el
banquillo. Lo que
está claro es que
Uribe no presentará
su dimisión.