El Llanes igualó en dos ocasiones el marcador ante el Vetusta en un buen partido entre dos buenos equipos en El Requexón.

Real Oviedo B y CD Llanes firmaron lo que podemos llamar un empate justo en la matinal del domingo en El Requexón. Los hombres de “Chuchi” supieron igualar en dos ocasiones un marcador adverso, tirando del oficio de jugadores muy experimentados como Aitor, Berto Toyos o el “ex” del Real Oviedo Miguel López-Cedrón. El filial carbayón, por su parte, mostró empuje y garra pero a los chavales de Iván Ania les faltó el “poso” necesario en ciertos lances del partido, en los que las pérdidas de balón resultaron fatales para ellos.

Empezó el partido con el Vetusta haciendo un futbol brillante, vistoso, moviendo muy bien el balón desde las posiciones de Adrián Llano y Cristian, lanzando el juego por bandas y poniendo en apuros a la zaga llanisca. Antes de cumplirse el minuto de juego, el meta Gabri ya se había llevado el primer susto, en un tiro cruzado de David González a pase de Iván. Y tras este aviso, llegó el primer gol local, en el minuto 4. Centro de Adrián Llano desde la derecha, y entre un barullo de la defensa visitante, David González acierta a meter la pelota en la portería de Gabri. En estos minutos el Vetusta estaba siendo netamente superior al CD Llanes, moviendo la pelota, triangulando y saliendo desde atrás con rapidez y profundidad.

Pero el CD Llanes no había venido al Requexón como “sparring”, y así su primer acercamiento serio supuso el primer empate en el marcador. En la jugada posterior a una falta cometida por el carbayón David Ibarra, el balón centrado llegó a Chus Morán, quien acertó a colar el balón por el segundo palo de la meta de Marcos.

A partir de ahí, el Llanes se vino arriba, con un Aitor pletórico lanzando al equipo desde atrás, y entrando en la defensa del Vetusta con relativa facilidad. Guille y Gael llevaron peligro en rápidas internadas, y la referencia de Miguel en punta era un peligro constante para la zaga del filial, que en no pocas ocasiones se veía forzado por la presión visitante a ceder a su portero, Marcos. El Vetusta por su parte, salía desde atrás con el poderío de Cristian -sobremanera en balones por alto- y el trabajo a destajo de Adrián Llano, aprovechando el menor error de los llaniscos y buscando siempre las botas de David González, pero sin éxito en la definición final.

La segunda parte trajo en el Vetusta al entrenador, Iván Ania, recién amonestado al borde del descanso, y en sus jugadores el cambio desde el inicio de Allyson entrando por Héctor, buscando más profundidad, más rapidez y más llegada. Poco a poco, la “sociedad” creada entre David González y Allyson daba como resultado un juego local más vertical, con más peligro. Y llegado el minuto 56, un balón centrado sobre el área visitante sin aparente peligro, pero que el portero llanisco literalmente “se comió”, permitió a Adrián Llano casi a placer poner de nuevo en ventaja al Real Oviedo B. El meta Gabri se mostró inseguro e impreciso en algunos lances del encuentro.

Con el 2-1 en el marcador, asistimos a un turno de “toma y daca” por parte y parte, con incursiones hacia ambas porterías en un partido muy abierto. Ocasiones de Jorge y de Miguel para el Llanes, o de Allyson poniendo el balón con peligro a David González , hacían pensar que el marcador no iba a quedarse así. Y efectivamente, no se quedaría en esos guarismos.

Pero lo que son las cosas, el gol del empate del Llanes, obra del veterano Miguel López-Cedrón, vino cuando más apretaba el Vetusta y cuando las ocasiones se sucedían en el área llanisca. Al borde de la media hora del segundo tiempo, un mal control local en el centro del campo propició un contragolpe del Llanes; el balón llegó a pies de Miguel, quien internándose por la izquierda, ya dentro del área batió a Marcos mandando el balón al palo contrario.

De ahí al final, un “querer y no poder” del Vetusta, que con la entrada de Kana por David González había dejado a Allyson como referencia en punta. Las internadas del propio Kana o de Oscar desde banda izquierda buscando a Allyson o a Ibarra no dieron sus frutos, y el Llanes pudo controlar con oficio un marcador que por su parte tampoco renunció a ampliar.

Al final, reparto de puntos que se nos antoja justo. Y es que, si está delante un equipo correoso e incómodo para cualquier rival como el CD Llanes de “Chuchi”, no es tarea fácil para ningún rival; y por su parte, el empuje y la clase que atesoran los chavales de Iván Ania los convierten en otro “hueso duro de roer”.