Reparto de puntos en
Miramar, en el duelo
regional entre el
Lealtad y el Marino.
Matías adelantó a los de
Villaviciosa y Omar
empató en el segundo
período para los
luanquinos.
1.- Marino de Luanco:
Rafa Ponzo; Pablo
Suárez, José Ángel,
Boris, Guaya; Jorge
Merino, Dudi; Omar,
Imanol (Iván Prendes m.
24), Semedo (Alejandro
m. 46); Alan Ávila.
1.- C.D. Lealtad:
Javi Porrón; Keko,
Pantiga, Hedrera,
Marcos; Matías, Yosu,
Dani Peláez (Piniella m.
61), Pablo Espina (Castell
m. 80); Jorge y Lombán
(Villanueva m. 69).
Árbitro: López
Parra, asistido por
Santamaría Carrión y de
los Ríos Alvariño.
Comité cántabro.
Amonestó a los locales
Omar, Jorge Merino y
Dudi, y a los visitantes
Yosu, Pablo Espina,
Hedrera, Jorge, Dani
Peláez y Pantiga.
Goles: 0-1 m. 19
Matías; 1-1 m.
54 Omar.
Incidencias:
Miramar. Cerca de 700 espectadores. Tarde
soleada y calurosa
(23º). Terreno de juego
en perfecto estado.
Primer enfrentamiento
entre Marino de Luanco y
Lealtad en la categoría
de bronce, en un partido
adelantado para ganar un
día de descanso antes de
los partidos coperos que
les enfrentarán el
miércoles (20.30 h.) al
Avilés y Gimnástica
Torrelavega
respectivamente.
Pocas novedades en los
onces iniciales, ambos
técnicos evitaron las
sorpresas y no
realizaron rotaciones en
previsión para el
partido del miércoles.
El partido comenzó con
mucho ritmo y llegadas a
las dos áreas. Dudi puso
a prueba los reflejos de
Javi Porrón, artífice de
que los negrillos se
marchasen al descanso
con su casillero a cero.
El ex-marinista Matías
adelantó al Lealtad
aprovechando un error de
la zaga local.
Imanol se retiró
lesionado a los 24
minutos de juego y en su
lugar entró el
debutante, Iván Prendes,
que con su velocidad
creó mucho peligro a la
defensa negrilla.
En la segunda mitad el
Marino acrecentó su
dominio y fueron
haciendo retroceder a un
Lealtad que defendía su
renta. Omar estableció
la igualada con una
volea a centro de Pablo
Suárez.
Con el empate se
igualaron las fuerzas de
los equipos. Boris sacó
bajo palos un centro
chut de Jorge, pero fue
un mero espejismo, el
Marino fue superior y
buscó la victoria hasta
el pitido final.
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