Los azulgranas cayeron en su
visita al Haro Deportivo
tras un gol de Breixo, que
obliga al Langreo a ganar en
Ganzábal.
1.- Haro Deportivo:
Javi Pérez (2); Txejo (2),
Dani Palacios (1), Mikel
(2), Joseba (1); Javi López
(1), Alberto (2), Aimar
Álvarez (1), Óscar (1)
(Aimar, m. 70) (1); Breixo
(2) (Morales, m88) (sc) y
Ander (1) (Dani Suárez, m.
46) (3).
0.- U.P. Langreo:
Guillermo (1), Cristian (1), Otero (1),
Nuño (2), Mendi (3), Manu
Blanco (2); Pablo Acebal
(1), Pablo Díaz (1) Nacho
Calvillo(2) (Carly, m. 80)
(1), Nacho Méndez (1) (David
Álvarez, m 84) (sc); y Chus
(2) (Luis, m. 77) (1).
Árbitro: Crespo
Puente, del colegio
cantabro. Amonestó, por
parte del Haro, a Mikel y
Alberto, y por parte del
Langreo a Calvillo, Mendi,
Pablo Díaz y Otero.
Gol: 1-0. M. 72:
Breixo.
Incidencias: El Mazo.
Sintético. Alrededor de
1.500 espectadores. Más de
un centenar eran seguidores
del conjunto asturiano que
llegaron a la localidad
jarrera en dos autocares y
vehículos particulares.
Concordia absoluta entre las
dos aficiones.
El
pulso que Haro y Langreo
mantienen por lograr el pase
a la tercer y última ronda
de la fase de ascenso se
tensa lo indecible. Tanto
como el choque de ida que se
disputó ayer en la localidad
riojana y que se decidió en
dos tomas cinematográficas
que obligan a revisarse en
alta definición. El penalti
que Javi Pérez detuvo a Chus
apenas se retomó el pulso
del duelo tras el descanso y
la maniobra que ideó Dani
Suárez a veinte minutos del
final para que Breixo se
retorciese en el punto de
penalti, rodeado de la
defensa astur, para largar
con la izquierda y con
suspense al segundo palo en
el que sería único tanto de
la tarde.
La eliminatoria queda en el
aire. Especialmente a la
vista del desarrollo del
partido que demostró mayor
igualdad de fuerzas entre
los dos equipos, casi con
victoria a los puntos del
cuadro de Pablo Lago. No hay
nada escrito. Si acaso los
primeros párrafos de una
historia que se completará
en la cuenca minera el
próximo domingo.
Es
la brasa de lo que sucedió
ayer en la capital del
Rioja. El Langreo se cuadró
sobre el municipal jarrero y
sacudió a la tropa local,
que se esperaba a un equipo
de mentalidad defensiva,
agazapada en su terreno a la
busca de un espacio que
condujese por la vía más
rápida al marco local.
¿Contención? El conjunto del
Principado plantó las
tiendas de su ejército en la
línea divisoria, donde se
movía la línea de cinco de
su retaguardia, y trató de
sorprender con tres centros
labrados en la medular. Pudo
hacerlo a los cuatro
minutos, tras un servicio un
servicio que llegó diáfano a
Nacho Calvillo, sin que el
mediopunta acertase a
conectar con la testa, libre
de marca.
El Haro respondió, curioso,
a la contra, con un servicio
en profundidad de Txejo
desde el carril derecho a la
cabeza de Ander que peinó
para que Óscar ganase ángulo
sobre la frontal y rematase
cruzado, rozando la cepa del
palo izquierdo de la meta
defendida por Guillermo a
los doce minutos.
Cambio de roles en un
partido que acabó
equilibrándose, al bajar la
intensidad física del
conjunto visitante, y
rearmarse los locales que
acabaron aceptando una lucha
cuerpo a cuerpo por el
control de cada metro
cuadrado de terreno, sin
darse cuenta de que esa
propuesta beneficiaba
ostensiblemente a su rival.
Se advertía, eso sí, poca
coherencia en los
movimientos de la bola, pero
mucha intensidad. Y el
escenario favorecía, sin
lugar a dudas al Langreo que
dio un zarpazo que podría
haber resultado decisivo
cuatro minutos después de
reanudarse el juego.
Javi
Pérez falló en una salida
por alto, el balón
atropellado en el área topó
claramente en la mano de
Mikel y el colegiado señaló
un penalti que se encargó de
ejecutar Chus ante un meta
obligado a reconciliarse con
la afición y consigo mismo.
Bailó sobre la cal, le marcó
la dirección al delantero
asturiano que ajustó el
disparo, pero acertó a
extender su brazo hasta el
infinito para topar con las
yemas de los guantes y
desviar el cuero al pelo que
lo repelió para ceder,
aliviada la defensa a
córner.
La vuelta en el reparto de
fuerzas se produjo al salir
al terreno de juego, una vez
más, Suárez que amagó en dos
operaciones previas, una de
ella en jugada a saque de
esquina, y se sacó después
de la chistera un servicio
al área que aprovechó Breixo
para girar en redondo y
largar con la izquierda al
fondo de las redes.
El partido, que en términos
estratégicos parecía
favorecer al Langreo, se
condenó de un plumazo en esa
jugada. Pero aún queda mucha
cuerda en este relato. La
vuelta decide todo el
próximo domingo.
ÁLBUM DE FOTOS

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