El Marino refuerza su reinado

El Marino de Luanco consiguió su sexta Copa Federación gracias a un solitario gol de Geni en un partido donde el Tuilla tuvo las mejores ocasiones. Las buenas intervenciones de Dani Laviana fueron determinantes para el Marino. Apagón en el Antuña durante 14 minutos.

Los dos entrenadores salieron con sus onces de gala y varios jugadores lesionados en el banquillo para completar las convocatorias de 18.

El Tuilla salió dominador y llevó el peso del partido, frente a un Marino más conservador, que aguantaba ordenado atrás para aguantar los ataques de los arlequinados, que tuvieron las dos mejores ocasiones de la primera mitad. Trabanco dio el primer aviso en el minuto 16 tras revolverse en el área, recortar hacia dentro y armar la zurda para que Dani Laviana se luciera y desviase su remate a corner con una gran estirada.

El Marino llegaba tímidamente al área de un José que no tuvo que intervenir en todo el primer tiempo. En el minuto 24 lo intentó Pablo Hernández con un remate cruzado dentro del área que se marchó a la izquierda de las inmediaciones de la portería del Tuilla.

Boris tuvo que abandonar el terreno de juego por una lesión, presumiblemente muscular, entrando en su sustitución José Ángel.

El partido seguía desarrollándose principalmente en la parcela central, sin mucho trabajo para los guardametas hasta que en el minuto 35, Dioni cabeceó en el primer palo un corner botado por Álvaro Pozo que desvió a corner Dani Laviana con una buena mano. La réplica marinista no se hizo esperar y en la siguiente jugada, César, pudo adelantar al Marino en una doble ocasión, la primera de cabeza y, en el rechace, la segunda al lateral de la red de chilena.

Se llegaba al descanso con el empate inicial y, como se esperaba, una final sin favoritos, igualada y con pocas ocasiones.

Sin cambios arrancó un segundo tiempo en el que el Marino dio un paso adelante, equiparándose la posesión de balón y las llegadas a los áreas, en las que se continuaron imponiendo las defensas a los atacantes. El primer aviso no se hizo esperar, fue a balón parado a los dos minutos de juego, tras un corner botado por Villa que cabeceó Trabanco fuera por poco.

Geni adelantó al Marino en el minuto 70, aprovechando un centro de Guaya desde la izquierda que remató en dos ocasiones anticipándose a la defensa arlequinada en el borde del área pequeña, su primer remate fue al travesaño y el segundo al fondo de la portería de José. Grave error defensivo del Tuilla, que hasta el momento había defendido con solvencia todos los ataques marinistas.

Tradicional apagón en el Hermanos Antuña

No falló a su cita el habitual apagón de las torretas de iluminación. En el minuto 73 se paró el partido tras apagarse fulminantemente las luces en las cuatro torretas. Poco a poco se fueron iluminando los focos, mientras los dos equipos realizaban ejercicios sobre el terreno de juego para no perder el ritmo. El juego se reanudó en el minuto 87, catorce después del momento del apagón.

Tangana y una expulsión en cada equipo

En el minuto 95 se produjo una fuerte tangana en el centro del campo a la altura del banquillo del Marino de Luanco, tras un rifi rafe entre Villa y Omar Sampedro, que acabaron los dos expulsados con roja directa. No le cayó nada bien a Villa la expulsión, que salió del terreno de juego visiblemente enfadado, dando una patada al protector del riego y haciendo gestos a los aficionados marinistas, teniendo que ser acompañado por un compañero de camino a vestuarios.

El Marino dio muestras de tener controlada la situación, en una segunda mitad que manejó con superioridad ante un Tuilla que fue de más a menos, y que acabó buscando la igualada a la desesperada con el portero Jose como delantero. Davo tuvo el empate en el 107' pero su cabezazo lo desvió con una gran intervención de Dani Laviana que desviaba el balón a córner, el meta gijonés fue sin duda el héroe de la final.

El capitán Guaya levantó su cuarta Copa, sexta para el Marino de Luanco, que recibirá 3.000 euros de premio y jugará la Fase Nacional de la Copa Federación. Los luanquinos llevan seis victorias en siete finales y tienen tomada la medida a la competición.

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