Un solitario gol de Puado en el tramo final, decantó un partido igualado donde el Sporting mereció mejor suerte. Los rojiblancos deberán ganar por dos goles al término de unos hipotéticos 120 minutos. El árbitro desquició a la parroquia local.

No pudo el Sporting obtener ventaja en la ida de la semifinal del playoff. Un solitario gol de Puado en el tramo final, pone muy cuesta arriba la eliminatoria, pero el conjunto gijonés, hoy y durante toda la temporada, ha demostrado su capacidad competitiva y sin duda que no ha dicho aún su última palabra.

Miguel Ángel Ramírez realizó tres cambios respecto a Elda. Roque Mesa, Hassan y Mario González suplieron a Nacho Martín, Fran Villalba y Djurdjevic. En 4-4-2 los locales y en 3-4-1-2 los visitantes.

Los blanquiazules comenzaron a mostrar pronto sus señas de identidad, cargando el juego por la derecha con Jofre y buscando llevar el peso del partido. El Sporting aguardaba juntito un error del rival, para contragolpear. La primera ocasión clara fue de los locales, con un chut de Gaspar que despejó Joan García. Los visitantes se hacían fuertes por dentro y buscaban ganar la segunda jugada, para crecer a través de ella. Clara la tuvo Puado para hacer el 0-1, pero remató por encima del larguero.

Hassan se convirtió en el agitador de los gijoneses, amargando a Pere Milla y firmó dos jugadas maradonianas, donde no encontró rematador. Una incluso se paseó por toda el área pequeña.

En la segunda mitad estuvo mejor el Sporting, al menos hasta el minuto 80. Diversas faltas colgadas al área y especialmente Otero, con un disparo por encima del larguero, acariciaron el 1-0. Estuvo muy protestado el colegiado en todo el partido, con acciones donde no aplicaba el mismo rasero y especialmente permisivo con las numerosas faltas realizadas por Gragera.

En el tramo final del choque, el partido se volvió un correcalles, con ambas escuadras acusando ya el cansancio. Braithwaite se encontró con una respuesta magnífica de Yáñez, tras un error de los locales. Acarició el 1-0 Campuzano, a pase de Otero. La tuvo clarísima el catalán para empujar a la red, pero la envió desviada. No falló Puado. Una pérdida de Villalba, que pidió falta, provocó la contra periquita y que el delantero encarase al guardameta, quebrándole y anotando el tanto que desequilibró la eliminatoria.

Lo intentó hasta el final el Sporting, que compitió muy bien y murió, al menos en la ida, de pie y con las botas puestas. Con este nivel de juego, alberga esperanzas de poder seguir con vida en este playoff, pero debe de conseguir una efectividad del 100%, algo de lo que hoy adoleció. Los gijoneses deben de ganar en Barcelona por dos goles, pudiendo permitirse el triunfo por la mínima en los 90 minutos, para buscar ampliar la ventaja en la prórroga. El desenlace el jueves a las 21:00 h. en el RCDE Stadium.