
Imagen de archivo, de un partido
anterior entre el Campomanes y el Real Avilés 'B'.
El pitido final del partido disputado en la tarde de ayer entre el Campomanes y
el Real Avilés desató una intensa tangana sobre el terreno de juego, que se
saldó con un jugador local trasladado al Hospital Álvarez Buylla de Mieres.
Fuentes consultadas de ambos equipos coinciden en que se podría decir que el
encuentro transcurrió con normalidad. Un empate a ceros que supo a poco a los
locales, que pelean por el ascenso a Segunda RFFPA y que no sirve a los
avilesinos, que no tienen opciones de alcanzar los puestos que dan lugar a la
fase de ascenso. Los incidentes ocurrieron tras el final del partido, cuando el
portero del Real Avilés 'B' (J.D.R.P.) "le propinó un puñetazo por la espalda en
la cabeza" a un jugador local (J.J.R.A.), tal y como recoge el acta arbitral.
A partir de ahí se formó un tumulto, con dos agresiones más entre jugadores de
ambos equipos, que se dieron "patadas en la pierna", según recogió en el acta el
colegiado. También indica que el entrenador del Real Avilés 'B', Leandro
Fernández, que estaba expulsado desde el minuto 28, "saltó al terreno de juego a
empujar a jugadores del equipo local".
Mientras tanto, el jugador local estaba conmocionado sobre el terreno de juego y
precisó asistencia médica para posteriormente ser trasladado en ambulancia al
hospital mierense. En torno a la media noche recibió el alta, después de haberse
sometido a diferentes pruebas médicas para descartar lesiones graves, aunque
podría tener alguna lesión cervical. En el primer momento, el jugador del
Campomanes se encontraba mareado y tuvieron que pincharle un relajante muscular.
El tema podría acabar en los juzgados, ya que la Guardia Civil tomó los datos de
los protagonistas y tomará declaración al agredido. Una agresión que fuentes del
equipo visitante desaprueban y condenan, pero que achacan a una provocación
previa del jugador local con insultos y gestos a la madre del portero.
Unos incidentes fuera de lugar y que, afortunadamente, cada vez son menos
habituales en el fútbol asturiano.