El Sporting volvió a perder, encadenando su
cuarta jornada seguida sin ganar, en las cuales ha sumado dos empates y dos
derrotas, marcando únicamente un gol de falta directa. No son buenas las
sensaciones, que si se amplía la mirada, se ven solo dos victorias en las
últimas 17 jornadas.
Miguel Ángel Ramírez, que reconoció en la rueda
de prensa posterior que una gripe en el vestuario había condicionado sus planes,
introdujo solo un cambio respecto al último choque: Aitor García por Otero. Las
sensaciones, sin embargo, no se acercaron ni por asomo a los buenos minutos
ofrecidos tras superar la media hora de juego ante los oscenses.
Los rojiblancos volvieron a salir muy mal al
partido, algo que viene repitiéndose en las últimas semanas. El Andorra con una
propuesta valiente, movía con criterio, encontrando en su banda derecha, un
lugar por el que hacer daño. Germán Valera fue de los destacados, complicando
mucho al Sporting. Las ocasiones comenzaron a llegar, todas para el bando local.
Un punto de inflexión pudo llegar cuando el VAR anuló un gol, a la salida de un
córner, a Christos, por una falta previa a Cuellar en el área pequeña. No sirvió
el susto para reaccionar, ante un equipo desnortado, que lo más peligroso en el
primer tiempo lo tuvo en un chut desde el centro del campo de Pedro Díaz.
Los de Eder Sarabia siguieron merodeando el
gol, estando cerca con un disparo de Valera al larguero y uno de Bakis, que
incompresiblemente, en la frontal del área pequeña, lo envió fuera.
El técnico canario modificó su planteamiento al
descanso, y su equipo mejoró. Pasó a jugar con 4 defensas, situando a Otero
arriba con Djuka, y dejando a Cristo el enganche. La presencia del colombiano le
dio otro aire al equipo, sin concretarse en gol. Djurdjevic la tuvo solo contra
el portero, pero volvió a demostrar que este curso no es el suyo, disparando
desviado. Tampoco Zarfino acertó minutos más tarde.
Además de las cosas que hace mal el Sporting,
tampoco la suerte en momentos puntuales le ayuda. Como sucediera ante el Huesca,
un gol anulado por fuera de juego milimétrico. Djuka controló y disparó, tocando
la pelota en Zarfino para acabar en gol. En el arranque de la jugada el
balcánico, parece, que arranca un pelín más adelantado. Gol otra vez anulado por
el VAR.
El VAR ha convertido el fútbol en una ruleta
rusa, a merced de criterios dispares cada fin de semana. Mencionado ya el tanto
anulado, llegó el capítulo de los penaltis. Uno claro de Cali Izquierdoz, es
invalidado por una falta previa sobre Quiepo en el arranque de la jugada, y un
leve toque del argentino posteriormente es castigado con pena máxima. Mención
aparte lo de González Francés, que no acertó una: dio validez a dos goles, uno
para cada equipo que no subieron al marcador, señaló un penalti que al final no
fue, y dejó de señalar uno, que al final fue. Fue corregido en todo por Vicandi
Garrido desde Las Rozas.
Sinan Bakis marcó la pena máxima e hizo al
Sporting volcarse en busca, de al menos, salvar un punto. Tuvo ocasiones para
ello, con un chut de Campuzano desviado y especialmente con un remate de cabeza
de Milovanovic, que Ratti despejó a córner.
Derrota del Sporting, que sigue sin coger aire
en la tabla y ve ahora, como el descenso se sitúa a 4 puntos. Tendrá una nueva
oportunidad para ganar tranquilidad el próximo sábado, cuando reciba al Tenerife
a las 21h.