En el debut de Miguel Ángel Ramírez, los rojiblancos aguantaron bien hasta el 0-2. A partir de ahí, el choque no tuvo historia. Los ches demostraron un gran nivel y estado físico.

El Sporting se despidió de la copa con una clara derrota ante el Valencia. Debutó Miguel Ángel Ramírez y fue fiel a su libreto: salida de balón en corto, presión alta…pero hizo aguas en los balances y por ahí se le escapó la victoria. Dentro de la situación (un entrenamiento) se empezaron a ver cosas interesantes, apretando bien al inicio, pero el choque dejó a las claras mucho margen de mejora: contundencia atrás y adelante en resumidas cuentas.

En su primera alineación presentó 4 cambios respecto a Santander: Mariño, Zarfino, Queipo y Djuka suplieron a Cuéllar, Bruno, Aitor García y Milovanovic. Alineación de gala en el bando visitante. El Sporting salió a jugar de tú a tú al Valencia, con una propuesta valiente, un 4-3-3 claro y con una presión muy alta, situando la línea defensiva a la altura del centro del campo.

Avisó el Valencia con un regalo de Mariño, pero Cavani remató alto. El uruguayo se desquitaría al poco, anotando el 0-1, tras una jugada de Kluivert, en la que la defensa local fue demasiada transparente. El nuevo libreto tiene riesgos, como se pudo ver 10 minutos después. Una pérdida en ataque,  en el pico del área rival, propició una contra ante una defensa desguarnecida, plantándose Kluivert solo ante Mariño, al que batió con una sutil picadita.

El partido ya estaba muy cuesta arriba, y con una posesión local que no se transformaba en ocasiones. La más clara, mal anulada por fuera de juego, fue de Djuka, pero en el uno para uno chocó con Mamardashvili. Antes del descanso llegó el 0-3, tras una nueva muestra de fragilidad defensiva y un gol de bandera de Cavani.

Tras el paso por los vestuarios, Miguel Ángel Ramírez realizó un cambio y modificó el dibujo, pasando a un 5-2-1-2, con el que perdería el control del esférico sin poder acercarse con peligro a la meta rival. Con la defensa muy adelantada y sacando de sitio al Cali, llegó el 0-4, que remachó Samuel Lino a la red. En un partido sentenciado, el técnico lo aprovechó de banco de pruebas, sacando a la vez a los 3 delanteros que tenía en el banquillo, para ir recabando información de lo que tiene y lo que necesita de cara al cierre del mercado.

No fue un debut soñado para el técnico, que con algo más de tiempo, poco aun así, buscará sumar la victoria en la visita del Zaragoza el próximo domingo a las 16:15h, choque en el que es baja Otero por sanción.

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