Duro correctivo el recibido por el Real Avilés, frente a un equipo llamado a estar arriba y que mostró sus credenciales en el Suárez Puerta, consolidándose como el mejor visitante de la categoría. Con independencia del nivel del rival, el equipo blanquiazul no estuvo a la altura, mostrándose nervioso e impreciso en ambas áreas.

Hubo sorpresas en el once de Chiqui de Paz, entrando Cárdenas como titular y desplazando a Vidorreta a la derecha, con Kilian en la otra banda y Cedrick fuera de la lista de 18. Enfrente un Pontevedra también con un 4-4-2, pero en rombo, con el objetivo de cazar a los avilesinos en la tabla tras cosechar únicamente un punto de los últimos seis.

No pudo empezar mejor el choque para los visitantes, que en su primera llegada rondando el minuto 4 iban a estrenar el marcador. Rubio asistía desde la derecha a Brais Abelenda, que tuvo tiempo para controlar y cruzar el balón con la diestra para adelantar a los de la “Boa Vila”.

El inicio dubitativo avilesino se vio agravado por el gol, los locales no lograron encontrarse cómodos en ningún momento y daba la sensación de que había más camisetas granates que blanquiazules sobre el cuidado terreno de juego.

El Pontevedra presionó arriba para ahogar la salida de balón de un Avilés que no encontró soluciones. Para colmo, los gallegos se mostraban dinámicos y verticales y crearon ocasiones suficientes para irse con una renta más amplia al descanso. Entre los minutos 38 y 42 fueron tres las llegadas con peligro, pero ni el capitán Álex con un balón picado que se marchó desviado, ni Charles en dos ocasiones sucesivas, lograron ver puerta.

Aún así, cosas del fútbol, el Avilés estuvo a punto de hacer bueno el dicho de que “quien perdona lo paga”, tras un robo y arrancada de Vidorreta por la derecha, dejada con inteligencia de Natalio en el corazón del área y remate final flojo de Kilian que supuso la mayor exigencia para Pablo Cacharrón, justo cuando la primera mitad daba sus últimos coletazos.

En la segunda no cambió demasiado el panorama, el Pontevedra reculó ligeramente pero no sufrió ante un Avilés ya con Vidorreta en posición más centrada. El centrocampista soriano, titular en todos los partidos hasta ahora, vio la quinta amarilla y deberá descansar la próxima jornada.

No iba a tardar el Pontevedra en volver a merodear el área de Mario de Luis, que fue el mejor de los locales en una mañana gris en lo futbolístico y lo climatológico. Primero reaccionó con rapidez ante Charles tras una buena combinación del ataque pontevedrés y posteriormente sacó una buena mano ante Rubio.

A veinte del final el Avilés ya había realizado todos los cambios, por ninguno del Pontevedra, que iba a aprovechar los huecos y las concesiones defensivas de su rival para sentenciar. Charles acertó a la cuarta en el 73, rematando con la diestra un pase atrás de Brais y congelando definitivamente los ánimos de un conjunto local en el que lo más reseñable fue el empuje de Estellés como improvisado lateral derecho y dos disparos lejanos de Iago Díaz.

Una nueva pérdida local en zona comprometida dio lugar al tercer definitivo tanto, a poco más de dos minutos para el final, el talentoso Yelko Pino recortaba con la izquierda y golpeaba con la derecha para redondear la faena.

El excesivo tiempo de descuento no hizo más que alargar la agonía de un Avilés que encaja su segunda derrota de la temporada, primera como local, cediendo el segundo puesto. La primera oportunidad para resarcirse de las malas sensaciones de hoy será en el Vero Boquete de Santiago, el Sábado a partir de las 17 horas, ante un Compostela que también se mueve por una zona de playoff cada vez más apretada.

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