El Marino necesitaba un triunfo así para subir
su autoestima y lo encontró en su primera visita a Carballiño, frente a un
Arenteiro que a día de hoy puede entenderse como un rival directo en la lucha
por la permanencia. El 0-3 al descanso y las sensaciones plasmadas por los
hombres entrenados por Manel Menéndez invitaban al optimismo, pero los
futbolistas dirigidos por Fran Justo tomaron la iniciativa en la segunda parte y
consiguieron colocarse con un soñado 2-3, tras un penalti transformado por Renán
Zanelli. Parecía que al Marino le iba a tocar sufrir, pero una clara mano de
José Carlos Márquez dentro del área orensana, posibilitó el penalti que Lora
transformó, convirtiendo ese momento en la sentencia de un partido que se había
puesto en "el alambre".
El Arenteiro jugó con tres centrales, cuestión
que se modificó tras el descanso con un triple cambio y una propuesta más
ofensiva. El Marino volvió a presentar un once condicionado por las ausencias
por lesión. Nacho Matador y Luis Morán no pudieron ser de la partida. Los
defensas Borja y Dailos estuvieron en el banquillo, entendiéndose que su estado
no era el óptimo para participar. Aramburu volvió a la portería, Steven hizo de
ariete, hubo tripleta de centrales, con Iván y Julio Delgado en los carriles y
el cuadro gozoniego arrolló en el primer tiempo.
Los de Luanco no dejaron pensar al rival y en
el 7' abrieron la herida. Lora centró desde la derecha y Steven remató de cabeza
y aunque el meta Diego llegó a tocar el balón, éste había rebasado la línea de
meta. En el 16', una recuperación de César Suárez en campo ajeno fue el inicio
del 0-2. Julio Delgado fue regateando y metiéndose al centro y al final logró un
excelente gol de disparo con la zurda y desde la frontal.
El Arenteiro estaba noqueado. Renán, el mejor
de los locales, lo intentó ante Aramburu a la media hora y el Marino siguió
insistiendo y creando situaciones para aumentar el marcador. Diego realizó una
gran parada a disparo de Julio Delgado en el 29' y entre el portero y Portela
evitaron un tanto de Steven en el 31'. Poco después y en pleno desconcierto
local llegó el 0-3. Guaya botó una falta, Naveira y Renán no acertaron a
defender y Steven logró su segundo tanto de la tarde y el sexto de la presente
campaña.
Los locales se marchaban al descanso con
sensación de impotencia, pero todo tendría una lectura diferente en el segundo
periodo. Fran Justo realizó un triple cambio, Germán y Vitra se quedaron como
centrales y el tanto de Renán de cabeza, a centro de Raúl, abría nuevas
posibilidades al Arenteiro. Quedaba más de media hora, la iniciativa había
pasado a los locales y Aramburu tuvo que intervenir ante los remates de Adri
Castro y de Alex Fernández. En una contra, en el 64', Steven se encontró en una
excelente posición para el remate, pero su disparo se marchó fuera del marco
local. Se llegaba a ese tramo final y el árbitro interpretó como penalti un
"abrazo" de Morilla a Markitos. El especialista Renán Zanelli no falló y se creó
un clima que era alentador para los gallegos y preocupante para los luanquinos.
Por fortuna para los gozoniegos, un pase de Omar habilitó a Lora y un centro
suyo lo tocó, con la mano separada al cuerpo, Jose Carlos Márquez. El colegiado
Álvaro Rodríguez no dudó y el propio Lora marcó de disparo raso, ajustado y por
la derecha del guardameta Diego.
Como dato curioso señalar que no faltó la foto
clásica, con jugadores y aficionados mezclados tras el partido, celebrando la
victoria azul. El Marino vuelve a Luanco con tres puntos muy necesarios y ahora
afrontará los dos próximos domingos, sendos encuentros como local. El Cristo
Palencia visitará Miramar el próximo domingo a las 17 horas y con idéntico
horario, una semana después, será la U.D. Llanera quien visite Luanco.