Volvía el Avilés a La Toba, cuyo campo
número dos presentó un renovado aspecto tras las obras de remodelación
acometidas durante el verano. Enfrente un debutante en la categoría, el Centro
Deportivo Bezana cántabro, que sin hacer precisamente un partido excelso se
llevó sus primeros puntos como visitante.
No se encontraron cómodos los avilesinos
de inicio, la presión del Bezana les impedía sacar el balón con claridad e
incluso forzaba algunas pérdidas en zonas peligrosas que los atacantes cántabros
no lograron aprovechar.
A la media hora, justo cuando los locales
comenzaban a llegar al área rival con algo más de continuidad, llegó una de las
jugadas clave del choque. Un envío en largo para Mario Diego habilitó al “9”
visitante para plantarse ante Bleyd, siendo trabado por Joaquín Rezza justo al
borde de la frontal del área. Roja directa para el defensa, un contratiempo
importante para los avilesinos, aunque la falta se sacó sin consecuencias.
El Avilés seguía sufriendo para sacar el
balón jugado pero no pareció acusar en exceso la expulsión. El Bezana probó
fortuna con algún que otro centro y varios disparos lejanos pero sin generar
claras ocasiones, hasta que en el minuto 42 una colada de Sergio por la derecha
acabó con el extremo en el suelo derribado por Rodri. El árbitro no dudó en
señalar el punto fatídico y Mario Diego convirtió la pena máxima con la diestra,
cerrando la primera mitad de la mejor forma posible para los suyos.
Nacho Azpiazu retocó el equipo al
descanso, pasando a jugar con tres centrales y manteniendo los dos puntas.
También el Bezana movió el banquillo y uno de los recién ingresados, Rafa
García, probó fortuna a los 50 minutos con un disparo que se marchó rozando el
poste.
Los locales tuvieron más el balón pero su
posesión fue estéril, mientras que su rival se preocupó más de defender la renta
que de buscar el segundo gol. Solo en el tramo final volvieron los cántabros a
rondar la portería avilesina, disponiendo Hugo de la mejor ocasión tras un
intento excesivamente cruzado con el tiempo casi cumplido.
A los blanquiazules les pesó la
inferioridad numérica, aunque no dejaron de intentarlo, especialmente por la
zona derecha del ataque con las aportaciones de Kike Meaurio y Miguel Fernández,
pero finalmente no llegó la jugada milagrosa para al menos salvar un punto.
El Avilés perderá algún puesto tras este
tropiezo pero se mantendrá en zona tranquila con nueve puntos en seis jornadas.
La próxima jornada repetirá como local ante el Pabellón Ourense.