Respiró el Sporting cuando Sagués Oscoz señaló el final del partido. Descartó Gallego en rueda de prensa que despejaran kilos de presión con este triunfo, aludiendo a que lo que tiene su equipo es ilusión. Ilusión por rematar una temporada sobresaliente con un billete para el playoff. Hoy sin duda dio un paso importante para lograrlo. El conjunto gijonés se reencontró con el triunfo tras cinco jornadas sin hacerlo y aprovechó el empate del Rayo para aventajarlo ahora en 3 puntos más golaveraje. No es una ventaja menor cuando solo restan 4 encuentros por jugar.

El técnico catalán apostó por dos cambios en el once, que a la postre fueron los protagonistas del solitario gol. Bogdan suplió a un renqueante Guille Rosas y Gaspar volvió a la titularidad en detrimento de Nacho Méndez. El inicio fue vibrante con una buena ocasión para cada equipo. Djurdjevic, de chilena, remató desviado un centro de Manu García, y la réplica de Cristian Herrera tampoco encontró portería.

El choque frenaría en seco con la lesión de Pita. A partir de ahí se vio un Sporting que acaparó la posesión, pero que circulaba excesivamente lento la pelota y no conseguía encontrar espacios de tres cuartos para adelante. Saúl García fue protagonista con varias apariciones por banda, sin concretar luego en centros productivos. Con un Lugo encerrado en su campo, los disparos desde fuera del área era un arma a explotar, pero Aitor García volvió a estar muy errático y solo Manu García hizo trabajar a Cantero, con su chut centrado que despejó a córner.

El Sporting, que era el único que lo buscaba, se adelantó al poco de comenzar la segunda mitad. En una gran jugada que inició Babin, tocó Aitor para abrir a la banda, dejó de espuela Djuka a Bogdan, que percutió y la cambió a la izquierda, para que en la frontal Manu García dejara pasar el balón y Gaspar batiera a Cantero de disparo raso y ajustado al palo. Gran acción de los locales, que lo ponían por delante en el marcador y que volvió a saborear un gol más de 450 minutos después.

Con el 1-0 los gijoneses comenzaron a tener espacios para aparecer con más peligro. Así llegaron los disparos de Djurdjevic a la media vuelta y de Gaspar que detuvo Cantero. Sin embargo, no mató el partido y como siempre sucede con rentas tan cortas, acabó sufriendo. Sufriendo por el marcador y por un Lugo que lo intentó con más corazón que cabeza y que tampoco obligó a lucirse a Mariño. Manu Barreiro fue el más peligroso de los suyos con sendos cabezazos, especialmente peligroso el segundo.

Al final victoria vital para el Sporting, que en un momento donde lo único que importa es ganar, lo ha vuelto a hacer, consolidando su puesto de playoff. La próxima jornada afrontará posiblemente el choque más complicado que le queda, con un Girona que llega lanzado, que está empatado a puntos y que dirimirá además de los 3 puntos un golaveraje particular que ahora mismo es favorable para los gijoneses, tras el 2-0 de la primera vuelta.