Unión
Popular de Langreo y
Compostela echaron el
cierre a la temporada
con un descafeinado
empate sin goles, en un
encuentro que fue
perdiendo emoción con el
paso de los minutos.
Allyson consiguió batir
a Borja Rey al cuarto de
hora, pero su tanto fue
anulado por fuera de
juego. El guardameta
gallego fue un muro
infranqueable para los
locales, que vieron como
desbarataba hasta tres
ocasiones claras de gol.
La guinda a su actuación
la puso al borde del
descanso, al detener un
penalti a Jorge
Hernández y el posterior
rechace. En la segunda
parte disminuyeron las
ocasiones de peligro y
la intensidad del juego,
algo que aprovecharon
ambos entrenadores para
dar minutos a los menos
habituales.
Ganzábal despedía la temporada
con un encuentro sin nada en juego. Ni Unión Popular
de Langreo ni Compostela llegaban con opciones de
alcanzar la Primera RFEF, por lo que afrontaban la
última cita de la temporada como un mero trámite
tras haber hecho los deberes a tiempo. Ángel
Rodríguez avisó en la previa de que la
profesionalidad de sus jugadores iba a impedir que
se dejaran llevar en este último encuentro, y los
langreanos lo demostraron al cuarto de hora. Alain
puso un balón a la espalda del lateral derecho para
Chus Puras, que puso un centro raso al área pequeña
para que Allyson batiese a Borja Rey con un gran
taconazo. Sin embargo, el tanto iba a ser anulado
por el asistente por fuera de juego del cántabro.
Poco después, Gonzalo y Miguel Santos iban a
replicar la misma jugada en el perfil diestro. Esta
vez el lateral zamorano finalizó la jugada con un
disparo que se fue al lateral de la red. Los
langreanos rondaban el gol ante un Compostela que
apenas generaba peligro y que se encomendaba a un
inspirado Miki Villar. Sin embargo, la ocasión más
clara de los visitantes iba a ser para Bicho, con un
disparo desde la frontal que salió lamiendo el
poste. Éste fue el único acercamiento reseñable del
conjunto gallego, al que seguía sosteniendo un
imperial Borja Rey. El guardameta privó del gol a
Ketu, desviando a córner un disparo a bocajarro.
Precisamente en un saque de esquina en el 45 iba a
llegar la ocasión más clara del Unión. Allyson
conectó un gran cabezazo que volvió a desviar el
guardameta gallego, pero la acción iba a acabar en
penalti por un agarrón de Álvaro Casas al delantero
brasileño. Jorge Hernández asumió la responsabilidad
del lanzamiento, ejecutando un remate “a lo Panenka”
que consiguió desviar Borja Rey, que también evitó
el gol del zamorano en el posterior rechace.
Tras el paso por los vestuarios
el partido perdió el ritmo inicial, y ambos equipos
dejaron de llegar con claridad al área rival. Los
entrenadores trataron de reactivar el encuentro
dando entrada a los jugadores menos habituales, pero
su falta de ritmo y la nula trascendencia del choque
provocó que se fuesen dejando llevar con el paso de
los minutos. Tan solo una falta en la frontal
cometida por Puras amenazó con romper la igualdad,
pero el lanzamiento no cogió portería. Langreanos y
gallegos dieron por bueno el punto para despedir una
temporada que cierran sin excesivos apuros, y con la
tranquilidad de haberse asegurado su presencia en la
Segunda RFEF la próxima temporada.