Última jornada de la primera fase en La Cruz, donde se enfrentaban los dos primeros clasificados del subgrupo A. Desde el principio quedó clara la trascendencia del mismo, por el valor de los puntos de cara a la segunda fase en al que ambos pelearán por dos plazas en la nueva Segunda RFEF.

El Ceares se sobrepuso a las bajas con un once reclutado para la batalla con la habitual línea defensiva de cinco jugadores, con Nelson, David y Edu a los que escoltaron Héctor Zuazua en un flanco y Pelayo Muñiz en la otra. La punta de lanza local la ostentó Juan Cueto como único estilete. Por su parte, el escuadrón visitante presentaba a su mejor ejército dispuesto a todo para recortar la ventaja de disputas anteriores. Natalio en la delantera era acompañado de Cedric en la derecha y Joao Bravo en la izquierda, mientras que Luca Napoleone actuaba de enganche.

Muy pronto se desataron las hostilidades con las hordas avilesinas penetrando en terreno teyero a toque de corneta demostrando sus intenciones con una presión en los minutos iniciales que tuvo más de intimidación que de concreción porque se fue disipando con el paso del tiempo con los locales reponiéndose y pensando en la estrategia.

Esa estrategia tejida por su entrenador sería la de elaborar un narcótico que fuera minando la moral del rival. Eso fue a lo que jugó el Ceares en la primera parte, a ahogar a su rival y a fe que lo consiguió. El Real Avilés, una vez recibida la dosis se intentaba desperezar con acciones aisladas antes de la tregua del entretiempo. Natalio disparaba muy centrado una cesión de Cedric tras dejada de Napoleone, el propio Natalio vio como su bala se iba por encima del objetivo. La primera parte se cerró con un escarceo del Ceares con Juan Cueto y Medori de protagonistas. Con 0-0 y el narcótico haciendo su efecto se llegó al descanso.

El guion fue similar en la segunda parte, si bien los blanquiazules despertaron de su letargo y lo que antes era un narcótico en este momento fue una tela de araña. Los locales, con Juan Carlos y Llerandi en el centro del campo, multiplicaron sus esfuerzos para enredar a su rival. Guille Vázquez, sustituto de Napoleone, fue el primero en caer en la trampa con lo que el juego visitante pasó a ser más individualista y dejarlo todo al talento de sus piezas más determinantes.

Así llegaron las mejores ocasiones del partido. Joao Bravo estuvo a punto de derribar la muralla con un disparo que pasó muy cerca de la escuadra, mientras que Cedric pensó en una acción diferente a la que la jugada necesitaba. El extremo blanquiazul optó por una jugada cuando un tiro a portería con Kike adelantado tenía muchas más posibilidades que lo que finalmente ejecutó. Natalio, mejor sujetado y marcado en esta segunda parte tuvo la última ocasión pero un mal control dentro del área perdió la posibilidad de llevarse algún botín.

En las últimas acciones del partido ambos equipos parecían conformarse con lo conseguido. El Ceares con sus limitaciones por las bajas y sin cambios con un punto que sabe a gloria y el Avilés, narcotizado primero y enredado después, con no perder en busca de recompensas más decisivas en choques posteriores. A la espera del calendario, ambos equipos jugarán la segunda fase de la competición en el grupo por el ascenso.

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