Aida Argüelles y Pablo Taberna se casaron en El Candín,
en una boda muy futbolera. Los novios iban vestidos con
el chandal del Tuilla y los invitados acudieron con las
camisetas de sus equipos.
Hace justo un mes, el pasado 1 de julio, se celebró en El
Candín la boda de Pablo Taberna y Aida Argüelles, dos hosteleros langreanos que
regentan La Virusa (La Felguera) y La Salmerona (Sama).
Todos los actos se celebraron en el campo del Tuilla, tanto
la ceremonia, como el banquete y el reportaje fotográfico. El concejal Pablo
Álvarez fue el encargado de oficiar el acto en un escenario escogido por
consenso, "El Candín es lo que nos unía futbolísticamente, porque yo soy del
Madrid y del Oviedo y ella del Barça y del Sporting. Los dos somos acérrimos del
Tuilla y desde que abrimos los bares somos el patrocinador del equipo", apuntó
Pablo Taberna.
Aida y Pablo son una pareja que ya llevaba dieciocho años de
relación y no querían la típica ceremonia. Los novios portaron el chandal y la
camiseta del Tuilla, y los invitados acudieron con las camisetas de sus equipos.
En torno a una treintena de familiares y amigos participaron en el festejo, en
el que se disputó hasta una pachanga sobre el sintético de El Candín.
Una familia muy futbolera
Además de su afición por el Tuilla, Ana, hija de Pablo, fichó
este verano por el equipo femenino de L'Entregu, tras jugar anteriormente en el
Lada y tres temporadas como portera del Sporting. También tienen dos hijos en
común, de tres y once años, "al pequeño tiene pinta que le va a gustar el
fútbol, el mayor es más de la play", comentó el padre.
El final de la temporada perjudicó al Tuilla que, tras ir
prácticamente todas las jornadas alternando la segunda y tercera posición, cayó
al quinto puesto en la última jornada. Pablo se mostró contento con el
rendimiento del equipo y conforme por cómo se dio por finalizada la temporada,
"algo que deberían haber hecho también en Primera y Segunda División, pero quedó
patente que es un negocio. Solamente de Segunda B para abajo se ve fútbol de
verdad". Reconoce que disfruta más yendo a Ganzábal o a El Candín, "porque son
chavales que pasan la vida estudiando y trabajando, que van a disfrutar. Me
parece bien que se suspendiera todo porque no tienen que poner en riesgo su
salud", aunque reconoce que ya tiene muchas ganas de volver a ver a su Tuilla.
Se muestra optimista por el proyecto que están confeccionando
para la próxima temporada, "creo que lo vamos a hacer bien, es un grupín
trabajador y si siguen la línea de las últimas temporadas lo vamos a hacer
bien". Se conforma con jugar la Copa Federación, "pero si repetimos lo de 2013
estupendo -bromea-".
La hostelería es uno de los sectores más perjudicados por la
crisis sanitaria, "aunque esto afecta a todo el mundo. Deberíamos de intentar
recapacitar un poco y valorar qué modelo de ocio tuvimos en los últimos años",
afirma Pablo Taberna, que lleva treinta y dos años como camarero, y cuatro como
autónomo. También cree que "la gente ahora alterna menos y pasa más tiempo en
casa con los suyos, y hay gente que también tiene miedo porque tienen un
familiar de riesgo y no quieren arriesgarse".