El atacante, tras cumplir su edad como futbolista juvenil,
pasa a la primera plantilla y con él son, de momento, diez los jugadores
confirmados.
Enol Rodríguez, a la
derecha de la imagen, en el amistoso ante el
Sporting disputado el pasado verano.
Con el
Marino en 2ªB y con la competencia y la
exigencia que se generan en una plantilla
obligada a dar el ciento veinte por ciento, cada
vez resulta más complicado ese “salto” desde el
conjunto juvenil al primer equipo. Atrás
quedaron aquellas épocas, siempre anteriores a
mediados de los años ochenta del pasado siglo,
donde la mayoría de jugadores azules eran
luanquinos.
De padre candasín y de madre de Gozón, Enol
Rodríguez que finalizó su etapa juvenil con el
Marino, tras haber logrado su equipo el ascenso
a Primera y después de haber estado en el fútbol
base del Sporting y del Victoria de Perlora,
engrosará la primera plantilla. El entrenador
Oli Álvarez le convocó en diferentes ocasiones,
teniendo la oportunidad de debutar en Melilla y
de jugar algunos minutos ante el Unión Popular
de Langreo, el pasado 7 de marzo.
Otro luanquín, como Mikel Busto se marcha con la
idea de volver. Futbolista querido por la
afición y que como el resto de sus compañeros se
vació en el terreno de juego, quiere “tener más
minutos”. De Luanco también y, que continúa,
Luis Morán con un bagaje de una docena de
temporadas anteriores en el fútbol profesional,
siendo “referente” para el club de Miramar.
Miguel Cuesta que por segundo año seguirá en el
Navarro, también pasó su último año de juvenil
entrenándose con el primer equipo azul y optó
por el club azulgrana para participar y mejorar,
algo que está consiguiendo. Hombres todos ellos
que a pesar de su calidad, saben lo difícil que
es entrar en un equipo, a veces puntero en
Tercera División y otras “sufridor” en la
categoría de bronce del fútbol hispano.
Con Enol son diez los futbolistas en la
plantilla del Marino, a la espera de alguna
renovación más y lógicamente de los fichajes que
se esperan y necesitan.