El aguerrido defensa de Verín se marcha agradecido y con
el deseo de volver más adelante. Esta es la tercera baja del conjunto luanquín,
tras las marchas a sus respectivos equipos de Mathe y Boedo.
Casi tres
meses después del último partido disputado por
el Marino, en Miramar ante el Unión Popular de
Langreo, los de Luanco siguen trabajando en la
planificación de una temporada diferente, como
lo será la 20-21. Pocas cosas se han movido, a
pesar de que el presidente Luis Gallego sigue
trabajando en esa búsqueda de recursos
económicos en una tarea que se ha vuelto ahora
aún más complicada. Aunque no sea oficial,
todos dan por hecho la continuidad de Oli
Álvarez y de su cuadro técnico, en la que será
su cuarta temporada.
En el aspecto deportivo se presume la renovación
de muchos jugadores del actual plantel, si bien
hasta que no concluyan los play-offs a Segunda B
e incluso a Segunda, serán escasos los
movimientos del mercado de fichajes.
Mathe, en su condición de cedido por el
Sporting, retorna a Mareo y otro tanto
ocurre con Boedo que volverá a Abegondo, bajo
la disciplina del Deportivo de La Coruña. El
central Pablo Pérez, apodado cariñosamente
como “Pulpo”, retorna a Galicia y se marcha
agradecido al conjunto luanquín, como se puede
ver en la carta de despedida que dejó escrita el
contundente defensa orensano.
Estos tres futbolistas son de momento las únicas
salidas. Se intuye que puede haber alguna marcha
más, pero no muchas. Oli Álvarez conoce el
mercado, sabe lo que necesita su equipo, lo que
le gustaría tener y como conjugarlo con un
presupuesto más limitado que la mayoría de sus
competidores.
Por su parte Luis Gallego vaticina que existen
bastantes posibilidades de que el grupo de diez
equipos, con los que arrancará la futura liga,
se complete con asturianos y gallegos. La
continuidad de Oli se da por hecha y también la
de su cuadro técnico, a los que el propio
presidente calificó de “muy involucrados e
imprescindibles”.