El
defensa del Llanes deja la práctica del fútbol, a los 35 años, por molestias
físicas. Se retira tras una exitosa trayectoria en el fútbol regional.
Berto Toyos, a
la izquierda en su primer año como
sénior, y a la derecha esta
temporada con su padre, tras ganar
la Copa Federación.
Berto Toyos, un clásico
del fútbol asturiano, cuelga las botas. El llanisco lo deja por problemas
físicos, tras sufrir molestias "en la rodilla y la espalda estos dos últimos
años", a esto hay que sumarle su paternidad, que ayuda "a que tire más la cabeza
que el corazón", indica.
Se despide tras una
temporada que será muy recordada, por el el campeonato copero del Llanes y por
la crisis sanitaria de la Covid-19, "fue un año especial y raro. Muy especial
por conseguir el primer título del Llanes y raro por no poder acabar la
temporada; nos quedó un sabor agridulce".
En estas primeras horas,
tras comunicar su retirada, "me escribió mucha gente, pero me cuesta leer los
mensajes porque me emocionaba. Ya los iré leyendo, la decisión la tengo tomada
desde hace bastante tiempo y se lo comuniqué a Luis Arturo hace una semana". El
técnico llanisco intentó que continuase un año más.
Su primer equipo fue el
Urraca, ya que por aquel momento no había equipos en Llanes, aunque pronto
recaló en el equipo con el que llegó hasta su último año juvenil, que salió
rumbo al Veriña para jugar en Liga Nacional. Sus tres primeras temporadas como
sénior fueron con el Llanes, donde destacó y llamó la atención del Caudal
Deportivo, con el que jugó cinco temporadas. En verano de 2013 fichó por el Real
Avilés y al término de esa temporada volvió al Llanes, donde jugó sus últimas
siete campañas. Su último partido fue en El Florán, ante el San Martín, en un
encuentro que acabó con empate sin goles.
De todos estos años
guarda buenos recuerdos, "por suerte hubo muchos, el más especial fue el playoff
de ascenso a Segunda con el Caudal. Luego los dos ascensos a Segunda B en Mieres,
los dos ascensos a Tercera con el Llanes, la Copa Federación, el playoff del
Llanes contra el Portugalete, contribuir con el Avilés a que jugase el playoff a
Segunda...". También alguno negativo, "el más
duro fue el descenso a Tercera con el Caudal, porque perdimos en la prórroga de
la eliminatoria por la permanencia contra el Conquense. También el descenso a
Preferente con el Llanes, nada más salir de juveniles, aunque al año siguiente
ascendimos otra vez".
No tiene nada previsto para el futuro, aunque es más que
probable su salto a los banquillos. Cuenta con el nivel 3 para entrenar en
cualquier categoría y deja abierta esta opción. Ya hizo sus pinitos en las
categorías inferiores del Llanes durante tres temporadas, pero ahora no lo tiene
decidido, "no sé si descansar o empezar este año, porque sé que en el futuro me
picará el gusanillo".
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