El delantero finaliza
este año su contrato, pero comentó que está centrado en entrenar y que no
hablaron nada de su posible renovación.
Sangalli e Ibra, en el entrenamiento de ayer.
El Oviedo continúa con los
entrenamientos grupales en El Requexón,
siguiendo las instrucciones del protocolo de
LaLiga, con las medidas de seguridad e higiene
dispuestas.
Ibra Baldé está contento por
"volver a salir de casa" y también por el cambio
en los entrenamientos, después de una semana de
sesiones individuales y sin apenas contacto con
el balón. El senegalés destacó que "el protocolo
es algo serio y hay que hacerlo: lavarse las
manos, guantes, mascarillas, gel... todo es
importante, hay que hacer lo que se pide". La
Covid-19 llegó a su país natal, Senegal, "hoy en
día tenemos dos o tres mil casos y es una
lástima,
porque África no es Europa. Tienen que
ayudarnos para salvarlo".
El ariete fue uno de los
jugadores que prorrogó recientemente su
vinculación con el club hasta final de la
competición, sobre su continuidad a partir de
entonces comentó que "¡ojala me renueven para la
próxima temporada! No he hablado nada con el
club, ahora lo único que hay que hacer es
entrenar, volver a competir y hacer lo que mande
el club. A día de hoy no he hablado con nadie,
yo tengo que hacer mi curro y luego ya veremos
que pasa".
Almería y Real Oviedo son los
dos únicos equipos de Segunda División que no
realizaron ERTE, Ibra considera que eso "muestra
el compromiso del club con sus jugadores y sus
empleados, tenemos que estar más comprometidos
que nunca y hacer el trabajo como siempre o
mejor todavía".
En el tramo final de
competición se podrán hacer cinco sustituciones,
"vendrá bien a todos los equipos, venimos de dos
meses de confinamiento y creo que será algo
bueno. Los entrenadores seguro que están
encantados". Se espera que, al jugar dos
partidos semanales, los técnicos aprovechen el
fondo de armario e introduzcan rotaciones,
"estamos dándole duro y puede jugar cualquiera.
Hay que estar preparados para jugar
miércoles-sábado".
Todo apunta a que la
reanudación de la liga se realizará a puerta
cerrada, Ibra echará de menos jugar con público,
"para mí jugar en el Carlos Tartiere sin mi
gente no es fútbol, pero habrá que adaptarse. Me
parece raro, pero van a seguir apoyándonos desde
fuera, pero cuando el Carlos Tartiere grita es
otra cosa".
No quiere hablar de once
finales y prefiere ir "partido a partido". El
delantero considera que hay muy buen vestuario,
"estamos todos unidos".
El Oviedo seguirá
ejercitándose mañana, a partir de las nueve, en
tres turnos que se prolongan casi hasta la hora
del almuerzo.