El centrocampista ovetense ve frenado el
tratamiento de su lesión por el confinamiento y
realiza en su domicilio los ejercicios que le
envían el preparador físico y el recuperador.
Edu Cortina pasa el confinamiento en su
domicilio de Oviedo acompañado por su madre y su
hermano Guille, que juega en el equipo de Liga
Nacional Juvenil del Covadonga, "comparto muchas
aficiones y gustos con él y estoy bastante
entretenido todo el día". El centrocampista
aprovecha por las mañanas, después del desayuno,
para "realizar todo el entrenamiento y por la
tarde descanso un rato, estudio, me conecto
online con amigos, veo películas, series...".
El contexto actual le impide continuar con el
tratamiento, "de fisios y máquinas en El
Requexón, pero gracias a Alberto y a Michi sigo
realizando ejercicios en casa y estoy en
permanente contacto con ellos". El canterano
oviedista sufrió una lesión de tobillo el pasado
5 de enero, en los primeros compases del partido
ante el Málaga (1-1) en el Tartiere, "las
lesiones no me lo están poniendo fácil, pero hay
que encararlas con la mayor energía y
positividad cuando llegan, porque si no sí que
se puede hacer cuesta arriba. Estoy aprendiendo
a rodearme de gente positiva que te ayude a
sumar y a darle valor a los momentos en que
tenemos salud".
Para el centrocampista "se
hace dura la espera a la vida normal" y en
situaciones como estas considera que "el deporte
pasa a un segundo e incluso a un tercer plano,
pero también es verdad que ocupa gran parte de
nuestra vida".
Cortina manda un mensaje al
oviedismo para que "sigamos quedándonos en casa,
juntos vamos a acabar con el virus. Fuerza para
todas las personas que tienen algún familiar o
conocido enfermo y que recuperen pronto".