Álvaro Cervera inyectó su dosis a un Oviedo que llevó la iniciativa, pero sin ocasiones. El Cádiz tiró de orden y eficacia para reforzar su liderato en el Tartiere. Partido con polémica en el que Ocón Arraiz no sancionó una agresión de Fali a Christian en la primera parte.

El líder sigue firme y hoy lo demostró en el Tartiere, ante un buen Oviedo que llevó la iniciativa todo el partido, desplegando buen fútbol, frente a un Cádiz replegado que aprovechó dos testarazos para llevarse los tres puntos. Los azules acusaron su falta de agresividad en ataque y el Cádiz tiró de eficacia.

Javi Rozada repitió once por tercera semana consecutiva y el equipo sacó su faceta más creativa para intentar derrotar al líder de la categoría. Los azules dominaron desde el inicio a un Cádiz que quería vacunar al Oviedo con la dosis de Álvaro Cervera. Los gaditanos dieron la posesión al Oviedo y practicaron su fútbol habitual, tratando de imprimir un ritmo lento al partido, con interrupciones y aguardando su opción a la contra, con Salvi Sánchez como principal exponente. La velocidad del extremo diestro fue decisiva y en el minuto 33 sirvió el centro que dio pie al gol de Álex Fernández; el centrocampista se coló entre los centrales azules para cabecear el balón al fondo de la red.

Hasta entonces ninguna ocasión por ninguno de los dos equipos. El Oviedo lo intentaba especialmente por la derecha con un activo Juanjo Nieto que se incorporaba en numerosas ocasiones al ataque. Los azules desplegaron un juego que despertó los aplausos del Tartiere en ocasiones, pero sin presencia destacable en el área de Cifuentes, que solamente intervino en el minuto 40 para desviar un tiro de Tejera desde unos 25 metros.

Tangana en el minuto 42

Fali propinó un codazo a Christian Fernández en un saque de esquina a favor de los gaditanos, que obligó al cántabro a ser atendido por los servicios médicos, tras recibir un fuerte golpe en la cara. El colegiado consultó el VAR y el partido estuvo detenido durante un par de minutos, con mucha tensión entre los jugadores de los dos equipos, pero finalmente Ocón Arráiz mandó continuar sin sancionar al zaguero gaditano, ni al ovetense, que también respondió con el brazo.

Al descanso se produjo una fuerte bronca en el Tartiere. El público mostró su disconformidad con el arbitraje en la retirada de los equipos a los vestuarios y también de Christian Fernández al trío arbitral.

La segunda parte comenzaba con el escenario favorito para el Cádiz, con el marcador a favor y esperando a que el Oviedo arriesgase para intentar sentenciar a la contra.

Los azules mostraron menos chispa en ataque y Rozada retiró a Borja Sánchez dando entrada a Samuel Obeng, que tuvo poca participación. La posesión del Oviedo no se traducía en ocasiones y Champagne metió dos buenas manos tras disparos de Álex Fernández y Garrido. David Querol marcó el segundo gol, tras un centro de Perea desde la izquierda, en una jugada donde el colegiado consultó el VAR tras anularlo por fuera de juego inicialmente.

No bajó los brazos el Oviedo, que lo intentó hasta el final y se volcó con la entrada de Ibra en punta, pasando a jugar con tres defensas, pero sin el resultado esperado. Hubo tensión entre jugadores hasta que el árbitro decretó el final del partido y también entre los banquillos, con un intercambio de impresiones de lado a lado.

Dos partidos disputará el Oviedo esta semana para despedir 2019. El miércoles (18 h.) la primera eliminatoria de la Copa del Rey ante el Badalona, donde se espera que Rozada de minutos a los menos habituales y jugadores del filial, y el sábado (20 h.) ante el Racing de Santander en la última jornada liguera del año.