Nuevo
récord histórico en el Real Avilés, que colocará a Matías Vigil como entrenador
del primer equipo hasta el final de temporada. El poleso será el tercer
entrenador en cuatro meses.
Matías Vigil ya dirigió al
equipo en el Nuevo Nalón
Hacia un punto sin retorno,
hacia ahí avanza la deriva por la que la
propiedad está llevando al Real Avilés. Ya sea
por inacción propia y directa o por mediación de
una subcontrata, habitualmente denominada
“gestora”, la cúpula de la SAD sigue manteniendo
al Club en el escaparate del bochorno y la
degradación. Pese a estar ubicado en un entorno
ventajoso, en comparación con todos sus rivales
de la cuarta categoría, no sólo es incapaz de
aprovechar tal privilegio, sino que hasta se ve
despreciado por el mismo y, de esta forma, su
incapacidad para lograr recursos acaba
desembocando en esos datos que, uno tras otro,
nos siguen descubriendo situaciones tan
negativas como inéditas.
El “penúltimo” récord
negativo de la SAD nos dice que es la primera
vez en la historia que el equipo blanquiazul va
a tener tres entrenadores en el corto plazo de 4
meses, reducidos a 100 días de la competición de
Liga, es decir 16 jornadas, un pírrico 42% de la
competición. Además, con la llegada del
joven Matías Vigil, miembro de la célebre saga
de los Malcorne –su tío, Manolo, integró el
plantel de la primera temporada del Real Avilés
Industrial–, son ya 32 los entrenadores activos
(sin contar los enlaces) en las 23 temporadas de
vigencia de la actual propiedad de la SAD, lo
que arroja una brutal media de 1’4 por campaña.
Soslayando los mentados
efímeros enlaces (se considera como tales a los
que se sentaron en el banquillo en una o dos
jornadas), tres son los precedentes en los que
el Real Aviés contó con tres técnicos en una
misma temporada: 1992-1993 (Neme Martín / Carlos
García Cuervo / Florentino Angulo), 2005-2006
(José Manuel Muñiz / Quico Álvarez / Pole
González) y 2014-2015 (Josu Uribe / Ismael Díaz
Galán / José Manuel Barla).
En las tres circunstancias,
el triplete se hizo efectivo en plazo superior
al doble del actual, es decir, en la jornada 33,
cuando se produjeron las llegadas de Florentino
Angulo y José Manuel Barla, y en la 36, en el
caso de Pole González. Además, el primero de los
tres precedentes (único fuera de la ejecutiva
del actual propietario) no se produjo por
cuestión de crisis deportiva o financiera, ya
que la posibilidad de que García Cuervo
regresara al Sporting, como así acabaría
ocurriendo, estaba reflejada en contrato.
Otro detalle llamativo del
triplete que toca es que su consecución se
produce no por destitución, sino por dimisión
del segundo técnico saliente. Es decir, no es la
SAD quien pierde la confianza en César Gálvez,
sino al revés y eso que el vasco-murciano acaba
de ser
renovado por la friolera de dos años más.
Se trata de otro capítulo del largo serial en el
que se halla una SAD que no se cansa de
desprestigiar a la ciudad de Avilés. Mientras el
paquete accionarial no cambie de manos, todo
seguirá igual. O peor.
Viti Amaro fue el primer
entrenador de la temporada.
César Gálves dirigió su primer partido desde la
grada.