Los carbayones fueron de menos a más, liderados por un estelar Borja Sánchez que marcó el gol de la victoria en la recta final. Los de Rozada realizaron el mejor partido de la temporada hasta la fecha.

Cuarto partido invicto del Oviedo. La mejoría de los últimos partidos comienza a traducirse en resultados. El Oviedo empezó mal, pero supo rehacerse y remontó a un Albacete que fue reculando y acabó embotellado por un ambicioso Oviedo que logró la victoria sobre la bocina, con un buen gol de Borja Sánchez: la figura del partido.

Javi Rozada introdujo dos cambios en el once titular, respecto al equipo que empató (1-1) ante el Numancia. Ambos por obligación: Ortuño, con la cláusula del miedo, y Bárcenas, convocado por su selección. Borja Sánchez y Omar Ramos ocuparon las vacantes, el primero como segundo punta y el canario como extremo diestro, aunque apenas entró en juego y fue sustituido al descanso.

El encuentro empezó igualado, con los dos equipos presionando arriba, pero poco a poco fue tomando la batuta del partido el Albacete, liderado por un inspirado Susaeta, que se enfrentaba al conjunto azul por primera vez desde su salida hace tres años.

Los azules aguantaban en su campo las embestidas locales y buscaban alguna contra, principalmente por banda izquierda con un activo Saúl Berjón, que firmó una gran primera mitad. Así llegó la mejor ocasión, con un remate del ovetense desde el vértice del área, que Tomeu Nadal despejó con una buena estirada. La réplica local fue el gol de Dani Ojeda -remató libre de marca-, que cabeceó de forma inapelable, un centro medido de Susaeta.

El Oviedo se repuso bien al tanto encajado y acabó a buen nivel una primera mitad en la que la dupla Borja Sánchez-Saúl Berjón lideró el ataque carbayón.

Javi Rozada movió ficha al descanso y dio entrada a Juanjo Nieto por un desaparecido Omar Ramos. El técnico adelantó a Sangalli al extremo diestro y el equipo mejoró. Los azules pasaron a dominar y fueron encerrando poco a poco a un Albacete conservón que se limitó a defender su renta. Las ocasiones se sucedieron y Tomeu Nadal empezó a entrar en juego, metiendo una buena mano en el 51' para desviar a córner un remate de Borja Sánchez a la media vuelta.

Samuel Obeng sustituyó a un Joselu que, como es habitual, hizo un gran desgaste en la presión, pero no tuvo participación alguna en el juego ofensivo del equipo. La entrada del delantero del filial dio sensación de mayor presencia en ataque al equipo. Saúl Berjón lo intentó en el minuto 71 con un córner olímpico, que golpeó en el segundo palo y salió fuera. Pero cinco minutos después pudo resarcirse, dando la asistencia del gol del empate a Sangalli. El vasco recibió en la frontal, penetró en el área y, con la zurda, batió a Tomeu Nadal por el palo corto.

Champagne mantuvo al Oviedo con vida con una buena parada en el 84', tras un tiro del recién incorporado Acuña, y sólo un minuto después fue el meta local quien envió a córner una buena volea de Sangalli, que mejoró sus prestaciones como extremo.

La ambición y el empuje del Oviedo encontró su recompensa en el minuto 89, tras una buena jugada de Juanjo Nieto, se incorporó al ataque con criterio en varias ocasiones, dando un pase a la frontal para Borja Sánchez que, de primeras, batió a Tomeu Nadal. El gol de la remontada desató la locura en el campo, en el banquillo y en la grada. Los papeles se invirtieron y el Oviedo capeó bien los minutos finales para no pasar apuros y llevarse tres valiosos y merecidos puntos del Carlos Belmonte.

La plantilla volverá al trabajo mañana lunes, a las 17 horas, en El Requexón, con la vista puesta ya en el partido que el domingo les enfrentará al Girona (Carlos Tartiere - 18 h.).