Los de Grado voltearon en la reanudación el gol de Manolo
para el Vallobín. Los ovetenses se quejaron ostensiblemente del arbitraje por
varias jugadas determinantes en las que se vieron perjudicados.
El
Mosconia y el Vallobín disputaron un interesante
y competido partido, que se vio influenciado por
un par de decisiones arbitrales que pesaron como
una losa sobre el ánimo de los jugadores
ovetenses, que habiendo despachado un muy buen
primer tiempo dejaron que el impacto de dos
controvertidas decisiones del colegiado les
sacara del partido en la segunda parte.
El
partido comenzó con un Vallobín descarado, que
en los cinco primeros minutos se plantó por dos
veces con peligro, en jugadas de Abel Piñón y
Manolo, ante la meta de José Luis. Siguieron
unos minutos de tanteo en los que Garri, al
mando de las operaciones de creación de juego
del Mosconia, trató de echar a su equipo hacia
el área rival, pero bien es cierto que la
defensa del Vallobín no concedió que los
delanteros moscones tuvieran llegadas con
marchamo de gol.
En el
minuto 20 un saque de banda de Gulín, a la
altura del área moscona, fue prolongado con la
cabeza por Fuertes, llegando el balón a Manolo
que desde el centro del área remató a gol sin
oposición. Reaccionó el Mosconia de inmediato,
con más empuje que juego, y diez minutos más
tarde fue el poste de la portería defendida por
Julio quien repelió el remate que habría podido
representar el empate.
En el
minuto 35 de esta primera parte cuando Abilio se
internaba en el área rival y salía del regate
ante su marcador, éste le traba y desplaza con
el muslo al verse sobrepasado, el árbitro, muy
cerca de la jugada, dudó unos instantes y mandó
seguir el juego sin señalar lo que parecía un
claro penalti. Las señales de desaprobación de
Abilio reclamando pena máxima le valieron la
amonestación. A los pocos minutos Piero,
delegado del Vallobín, fue expulsado del
banquillo por realizar observaciones a la labor
del colegiado.
Desde ese
momento hasta el descanso se apreció que los
jugadores del Vallobín estuvieron más atentos a
las decisiones arbitrales que a mantener la
concentración en la buena tarea que estaban
realizando sobre el campo.
Para
acabar de desconcentrar al equipo ovetense el
inicio del segundo tiempo resultó funesto, al
primer minuto una embarullada jugada por alto en
su área acabó con un remate de Garri, de esos
que piden VAR, pero como en tercera división
esos adelantos no existen, fue la decisión del
asistente de banda la que se impuso para que el
árbitro señalara el centro del campo y el empate
subiera al marcador ante la impotencia y
protestas del meta Julio, que fue amonestado por
dirigirse al asistente a pedir explicaciones.
Para colmo de males de los ovetenses, el central
Tito hubo de retirarse lesionado poco después. A
partir de ese momento el Mosconia tomó el mando
del partido y, en el minuto 77 José Remuñán en
un rápido contraataque tras un robo de balón en
el centro del campo, en el que varios jugadores
del Vallobín pidieron falta que el árbitro no
concedió, marcó el 2-1 que llenó de alborozo a
la parroquia local y desquició aún más a varios
jugadores naranquinos, así a partir de ese
momento hasta el final algunos de ellos vieron
tarjeta amarilla , unos por protestar decisiones
del colegiado y otros por derribos a contrarios
fruto de la impotencia.
El
Vallobín aún intentó alguna aproximación al área
moscona en busca del empate pero lo hizo de
manera desordenada, con más fe que juego, y
cuando el partido agonizaba Gelu puso el 3-1
definitivo para mayor disgusto del equipo
ovetense.
Con este
resultado el Mosconia se aúpa al octavo puesto
de la clasificación con diez puntos y el
Vallobín se sitúa en el decimosexto, con seis
puntos.
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