Ambiente de euforia comedida en Luanco, en vísperas del
Marino-Mutilvera. Miramar rozará el lleno. Martín Pérez
es la única baja.
Seguir o no seguir es lo que se
jugarán este domingo, a partir de las 18 horas en
Miramar, el Marino de Luanco y la U.D. Mutilvera. El
colegiado lucense Iván Abel Bruzos dirigirá este partido
y ambos equipos se juegan el acceso a la ronda final por
el ascenso a Segunda B. La venta anticipada de
localidades ha funcionado incluso mejor que en la
anterior eliminatoria ante el San Ignacio de Vitoria y
todo hace presumir que Miramar registrará la mayor
afluencia de aficionados de la presente campaña.
En
lo deportivo Oli Álvarez dirigió en la mañana de este
sábado, el último ensayo semanal en el Municipal de
Miramar. Tras el 0-0 de la ida, el técnico azul no
quiere confianzas y exigirá a los suyos los máximos
niveles de esfuerzo y concentración. Martín Pérez, por
un esguince, es la única baja en el plantel gozoniego.
El once inicial de los luanquinos no variará en exceso
del integrado por; Rabanillo; Borja, Trabanco, Pantiga,
Guaya; David González, César Suárez; Luis Morán, Juan
López, Alex Arias; y Álvaro o Fassani. Tienen opciones
de participar de inicio Emilio Morilla e Iván Fernández
y completan la convocatoria, además, el meta Guillermo,
Mikel, César García, Cayarga y el juvenil Miguel Cuesta.
El conjunto navarro de la Mutilvera que entrena Andoni
Alonso, inició viaje, a tierras asturianas, a mediodía
de este sábado y se alojará en un Hotel de Avilés.
Tienen previsto entrenar a última hora de la tarde en
Tabiella.
No estarán solos en Miramar ya que
como les ocurrió en la anterior eliminatoria ante el
Náxara, tendrán el apoyo de algunos de sus
incondicionales. Un empate con goles daría el pase a
este equipo que salió airoso de la primera ronda, sin
ganar ninguno de los dos partidos. Un 0-0 en Mutilva y
un 1-1 en tierras riojanas le ha colocado en esta
segunda ronda.
El Marino no quiere desaprovechar la oportunidad de
llegar a la final por el camino largo -el de las tres
eliminatorias-, algo que por si solo, culminaría una
campaña plagada de récords históricos batidos. Miramar
que no conoce desde hace catorce meses y medio una
derrota de los azules, dictará sentencia.